Washington. D.C.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó este viernes que su administración abrió una “gran investigación” sobre las importaciones de muebles y anticipó que, en menos de 50 días, el sector enfrentará un nuevo arancel aún por determinarse.
La medida, según Trump, busca “traer de vuelta el negocio de los muebles a Carolina del Norte, Carolina del Sur, Michigan y otros estados”, bajo la misma lógica proteccionista que ha caracterizado su política económica desde su regreso a la Casa Blanca.
México en la mira: líder exportador de muebles a EE. UU.
De acuerdo con datos del Banco Mundial, en 2023 México lideró las exportaciones de muebles a Estados Unidos con 18.67 millones de dólares, lo que representó el 4% del total importado. Por debajo se encuentran Canadá, China, Alemania e Italia.
Para México y, en general, para América Latina, este nuevo frente arancelario podría erosionar una de las pocas cadenas de valor regionales con crecimiento constante en los últimos años. El sector mueblero se ha convertido en una alternativa de diversificación frente a industrias más expuestas, como la automotriz o la agrícola, y hoy corre el riesgo de perder competitividad frente a fabricantes locales estadounidenses.
Riesgos inmediatos: competitividad y costos al consumidor
Si bien Trump plantea la medida como un mecanismo de “protección a la industria nacional”, el efecto inmediato será un encarecimiento de los productos. Los fabricantes mexicanos y latinoamericanos podrían verse obligados a absorber parte del arancel para no perder cuota de mercado, o trasladarlo al precio final, encareciendo al consumidor en EE. UU.
En el caso mexicano, los analistas señalan que este movimiento afecta directamente a los polos manufactureros de muebles en Jalisco, Baja California, Nuevo León y Coahuila, regiones que en los últimos años han logrado insertarse con fuerza en la cadena de exportación al vecino del norte.
Un patrón que preocupa: de tomates a muebles
Este anuncio llega apenas semanas después de que la administración Trump impusiera un arancel de 17.09% al jitomate mexicano, y en vísperas de la renegociación del T-MEC en octubre, donde se anticipa que Washington endurecerá sus exigencias.
El patrón es claro: cada nuevo arancel multiplica la incertidumbre para inversionistas y empresas, especialmente en sectores intensivos en mano de obra, donde México había encontrado una ventaja comparativa.
Impacto para inversionistas y empresas
- Mayor incertidumbre comercial: El T-MEC enfrenta un entorno complejo, y cada arancel previo a la renegociación funciona como mecanismo de presión política.
- Riesgo de desinversión: Si las empresas perciben un escenario prolongado de barreras comerciales, podrían reconsiderar planes de expansión en México y optar por relocalizar producción en EE. UU. o Canadá.
- Efecto regional: Países latinoamericanos con menor peso exportador en muebles —como Brasil, Colombia o Chile— también podrían verse afectados indirectamente, al elevarse los precios globales de insumos y al encarecer la logística en América del Norte.
La lectura estratégica
Para México, el reto no es menor: defender su papel como socio estratégico en las cadenas de valor norteamericanas en un contexto donde Trump impulsa un claro “America First industrial”. La señal para los CEO e inversionistas es inequívoca: México deberá prepararse para negociar desde una posición frágil, con sectores clave bajo amenaza y con la presión de mantener competitividad en un mercado que hoy le pone nuevas barreras.
Con información de EFE