Stellantis sigue apostando por México pese a turbulencias políticas y arancelarias

La automotriz mantiene inversiones clave en Saltillo y Toluca, pero el clima interno y externo plantea desafíos para la industria.

En un entorno marcado por la incertidumbre económica y política, Stellantis, el tercer mayor fabricante de automóviles en México, refuerza su apuesta por el país con proyectos estratégicos de producción en sus plantas de Saltillo y Toluca. Entre sus planes destacados se encuentra la fabricación de la nueva RAM 1500 y el vehículo eléctrico Jeep Wagoneer S, parte de su estrategia global de electrificación.

A pesar de las recientes amenazas del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, sobre un posible arancel del 25% a las importaciones de automóviles mexicanos, la compañía sigue firme en su visión a largo plazo. Aymeric Bardon, vicepresidente comercial de Stellantis México, subrayó: “Las decisiones que tomamos no son de corto plazo. Son proyectos de miles de millones de dólares, planeados a 10 años o más, y no pueden cambiarse radicalmente”.

Inversiones y crecimiento moderado

Aunque Stellantis no ha revelado cifras exactas de inversión reciente, se han filtrado imágenes de las ampliaciones en sus instalaciones, incluyendo un nuevo edificio de entre 10,000 y 15,000 metros cuadrados en su planta de Saltillo. Sin embargo, el nivel de inversión parece discreto en comparación con las expectativas generadas por el fenómeno nearshoring, que proyectaba una mayor llegada de capital extranjero a México.

El clima político interno, con reformas al Poder Judicial, cambios en el Infonavit y la política social del gobierno, sumado a tensiones externas como la relación con China y el futuro del T-MEC, ha generado incertidumbre. Estos factores limitan la llegada de inversiones más agresivas y condicionan las estrategias de empresas como Stellantis.

Diversificación como clave estratégica

México produce cerca de 4 millones de vehículos anuales, y Stellantis destina el 71% de su producción al mercado estadounidense. Aun así, la compañía busca diversificar sus exportaciones hacia Sudamérica, Medio Oriente y África, en un intento por reducir su dependencia del vecino del norte.

La automotriz también ha reorganizado sus operaciones en México, estructurando su modelo de distribución en cuatro redes específicas:

  • Red G: Focalizada en vehículos todoterreno de la marca Jeep.
  • Red profesional: Enfocada en las líneas de trabajo de Peugeot y Ram.
  • Red Main Street: Agrupa a Fiat, Dodge y Peugeot para SUV y compactos.

Este enfoque busca optimizar la operación, mejorar el servicio al cliente y adaptarse a las necesidades de cada segmento de mercado.

El reto del futuro inmediato

Para 2025, Stellantis planea lanzar entre 12 y 20 nuevos modelos en México, con una combinación de vehículos electrificados y de combustión interna. Además, busca renovar al menos el 50% de sus distribuidoras. Sin embargo, el panorama político y económico representa un desafío considerable.

Carlos Quesada, CEO de Stellantis, describió 2024 como “un año de cambio y transición”, enfatizando las transformaciones internas y las tensiones externas que afectan a la industria automotriz. “A partir de enero, iremos viendo cómo va a quedar el tema de aranceles y otros temas importantes que pueden afectar el footprint de las compañías que ensamblamos y exportamos a Estados Unidos”, puntualizó.

Con un entorno cada vez más competitivo y una industria automotriz enfrentando presiones desde múltiples frentes, Stellantis se mantiene como un jugador clave en México, aunque el verdadero impacto de sus estrategias dependerá de cómo el país y la región gestionen los retos económicos y políticos que se avecinan.