Separación de Citi y Banamex: ¿Un paso hacia la eficiencia o una oportunidad perdida?

Citi refuerza su enfoque en su negocio principal: el mercado institucional y de alto valor

El sector financiero mexicano ha sido testigo de un cambio estructural de gran magnitud: Citi y Banamex. Este movimiento, derivado de la estrategia global de simplificación de Citigroup, deja un panorama de banca dividida, con Citi centrado en clientes corporativos e institucionales y Banamex operando como una institución 100% mexicana dedicada a la banca minorista y empresarial.

Tras casi tres años de planeación, Citi ha optado por lanzar a Banamex al mercado mediante una Oferta Pública Inicial (OPI), programada para 2025, en lugar de venderlo como un paquete completo. ¿Es este un movimiento certificado para el sistema financiero, los usuarios y los mercados?

Impacto en el sistema financiero y los clientes

La separación significa que Citi, ahora Grupo Financiero Citi México, se convierte en un banco sin sucursales enfocadas exclusivamente en los grandes corporativos, atendiendo a 3,000 clientes institucionales. Por otro lado, Banamex mantiene una infraestructura masiva con más de 39,000 empleados, una red extensa de sucursales y una amplia gama de productos financieros, incluyendo Afores y seguros.

Para los usuarios de Banamex, la transición parece transparente: sus cuentas, tarjetas y accesorios digitales permanecerán sin cambios inmediatos. Sin embargo, los corporativos que migran a Citi ya han comenzado a enfrentar ajustes, como el cambio de cuentas CLABE.

¿Eficiencia o fragmentación?

Desde el punto de vista estratégico, Citi refuerza su enfoque en su negocio principal: el mercado institucional y de alto valor. Jane Fraser, directora ejecutiva de Citigroup, calificó la separación como una decisión clave para maximizar el valor para los accionistas. Sin embargo, algunos analistas cuestionan si dividir el negocio en lugar de vender Banamex como un todo fue la mejor opción.

La venta completa habría significado una transferencia más simple para los clientes y un posible fortalecimiento de un competidor local, pero las negociaciones fallidas con postores dejaron a Citi sin opciones viables. En cambio, la OPI de Banamex permitirá la entrada de nuevos accionistas y fortalecerá su independencia, aunque a costa de prolongar la incertidumbre regulatoria y de mercado.

Un nuevo panorama para la banca mexicana

La separación de Citibanamex reconfigura el mapa bancario en México. Banamex, como un banco exclusivamente mexicano, tiene la oportunidad de destacar en el mercado minorista y convertirse en un pilar financiero nacional. Su liderazgo dependerá de su capacidad para mantener la confianza de los usuarios, mejorar la eficiencia operativa y enfrentar la competencia de otros gigantes, como BBVA y Santander.

Por otro lado, Citi apuesta por consolidar su posición en el segmento corporativo, donde México sigue siendo uno de sus mercados más importantes. Con esta decisión, deja claro que su prioridad es la rentabilidad en mercados especializados, no el volumen de clientes.

Remate

¿Fue esta separación la mejor decisión? Desde el punto de vista de Citi, la estrategia parece alineada con sus intereses globales. Sin embargo, para México, la fragmentación de una institución emblemática como Banamex representa un desafío y una oportunidad: redefinir su papel como un banco local fuerte y competitivo.

La transición apenas comienza, y el éxito de este movimiento dependerá tanto de las condiciones del mercado como de la habilidad de Banamex para capitalizar su independencia. Lo cierto es que el sector financiero mexicano, clientes incluidos, tendrá que adaptarse a esta nueva realidad