Preocupación en el sector empresarial: PIB a la baja y señales de recesión en 2025

Con la economía mostrando signos de desaceleración y la sombra de una recesión cada vez más presente.

Ciudad de México.

La economía mexicana ha comenzado 2025 con señales preocupantes. De acuerdo con la Estimación Oportuna del Producto Interno Bruto (PIB) publicada por el INEGI, el PIB disminuyó un 0.6 % en el cuarto trimestre de 2024 en comparación con el trimestre anterior, evidenciando la fragilidad del crecimiento económico bajo la nueva administración federal.

Las actividades primarias sufrieron un desplome del 8.9 %, mientras que las secundarias —clave para la manufactura y la industria— cayeron 1.2 %. Las actividades terciarias, que incluyen el comercio y los servicios, apenas crecieron un 0.2 %, lo que no fue suficiente para evitar la desaceleración.

A este contexto se suma el reciente informe del Sistema de Indicadores Cíclicos (SIC), el cual señala que el Indicador Coincidente —que refleja el estado actual de la economía— disminuyó por decimotercer mes consecutivo y se encuentra por debajo de su tendencia de largo plazo. El Indicador Adelantado, que busca anticipar los ciclos económicos, también cayó, lo que sugiere que la desaceleración continuará en los próximos meses.

Incertidumbre por los aranceles y el nearshoring en riesgo

Uno de los factores que han sembrado incertidumbre en los inversionistas es la reciente amenaza arancelaria de Estados Unidos. Aunque el gobierno mexicano logró una tregua temporal en los aranceles del 25 % impuestos por Donald Trump, la condición impuesta para mantener esta «pausa» es el refuerzo militar en la frontera para contener la migración y el tráfico de fentanilo​.

Ante este escenario, diversas empresas que analizaban a México como destino para su relocalización industrial (nearshoring) están reconsiderando sus planes. La incertidumbre sobre posibles sanciones comerciales ha hecho que el «nearshoring» evolucione hacia el «shoring», donde las empresas optan por llevar sus operaciones directamente a Estados Unidos para evitar riesgos arancelarios.

Este fenómeno amenaza el dinamismo que México había ganado como plataforma manufacturera y puede frenar el flujo de inversión extranjera directa. Si las empresas dejan de ver a México como un socio confiable, el país perdería una oportunidad clave para consolidarse en las cadenas de suministro globales.

¿Qué pueden hacer los empresarios ante este panorama?

Con la economía mostrando signos de desaceleración y la sombra de una recesión cada vez más presente, los empresarios deben prepararse para escenarios adversos. Algunas estrategias clave incluyen:

  • Diversificación de mercados: Apostar por exportaciones a Europa, Asia y Latinoamérica puede reducir la dependencia del mercado estadounidense.
  • Inversión en tecnología y eficiencia: La automatización y la digitalización pueden ayudar a compensar los efectos de la desaceleración económica.
  • Gestión de riesgos financieros: Protegerse ante la volatilidad cambiaria y evaluar el impacto de un posible encarecimiento de insumos es crucial.
  • Diálogo con el gobierno: Las cámaras empresariales deben continuar presionando para que la política económica se alinee con las necesidades del sector productivo.

México se encuentra en una encrucijada. Si bien el país aún posee ventajas competitivas, como su proximidad a EE.UU. y una mano de obra calificada, la falta de certidumbre podría derivar en una crisis de inversión. El 2025 ha comenzado con señales de alerta, y si no se toman medidas, la economía mexicana podría enfrentar un escenario aún más complicado en los próximos meses.