Precio tope de gasolina en México, insostenible: IP advierten impacto en transporte, logística y precios al consumidor

Empresarios y gasolineros alertan: mantener el precio de la Magna debajo de los 24 pesos compromete las finanzas de Pemex y pone en jaque la competitividad de las empresas

Ciudad de México

El precio de la gasolina regular, contenido artificialmente por debajo de los 24 pesos por litro, se está convirtiendo en una bomba de tiempo para el gobierno federal, para Petróleos Mexicanos (Pemex) y, por consecuencia, para el aparato productivo del país. Así lo advirtieron líderes del sector energético agrupados en la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo), durante su convención anual en la Riviera Maya.

La medida, que forma parte de un acuerdo voluntario entre el gobierno y distribuidores, fue pactada por seis meses a partir de febrero. Pero los representantes de más del 90% de las 14 mil estaciones de servicio del país coinciden: el modelo es insostenible.

¿Quién paga el precio? Pemex… y eventualmente los empresarios

El acuerdo ha mantenido los precios estables, sí, pero a costa de los márgenes de utilidad de Pemex, quien está absorbiendo los costos adicionales derivados de la volatilidad internacional del petróleo, la inflación logística y el tipo de cambio. Cualquier alteración en estos factores puede desatar un efecto dominó sobre la cadena productiva nacional.

“Hoy Pemex está absorbiendo el sacrificio. Mañana puede ser el empresario transportista, el agricultor, el proveedor industrial o el consumidor final”, subrayó Manuel Nocetti Villicaña, tesorero nacional de Onexpo.

Aumento en transporte y logística, una amenaza silenciosa

Los costos de logística varían hasta 10 veces dependiendo la región. Mientras que en la Ciudad de México Pemex puede operar con 30 centavos por litro, en estados como Oaxaca el gasto supera los 3 pesos por unidad. Esta diferencia no está reflejada en el precio final, lo que genera distorsiones y margina a gasolineras sin respaldo logístico, sobre todo transnacionales.

Esto genera alarma en la industria privada, ya que una eventual subida de precios podría repercutir directamente en el costo de transporte y logística, aumentando los precios de insumos, bienes y servicios en todo el país.

Solo el 2% es margen de utilidad

De acuerdo con Onexpo, del 100% del precio de la gasolina:

  • 48% es el costo del crudo internacional (mercado volátil)
  • 42% son impuestos federales (IEPS e IVA)
  • 10% restante se divide entre logística y operación, dejando un margen real de utilidad de apenas 2%.

“Si se incrementa la carga o se desbalancea cualquiera de estos componentes, no hay espacio para maniobrar. Y la afectación será directa a consumidores y empresas”, explicó Nocetti.

Preocupación empresarial: se avecina una ola de aumentos

El empresariado comienza a encender alertas ante un posible aumento generalizado en los costos operativos. El sector transporte sería el primero en resentirlo, seguido de logística, manufactura, agroindustria y comercio.

La presión ya es evidente: si no hay ajustes estructurales o incentivos fiscales, el esquema actual podría derivar en aumentos no graduales sino abruptos, alertan expertos.

Reflexión final

El precio tope es políticamente funcional, pero técnicamente inviable en el mediano plazo. Si bien Pemex y el Gobierno han logrado contener el alza, el costo de mantener artificialmente bajo el precio de la gasolina lo pagaremos todos, tarde o temprano.

El sector energético, los empresarios y la ciudadanía necesitan certidumbre y una política de precios más realista, regionalizada y sostenible.

El reloj corre, el precio es alto… y la factura puede llegar con recargo.