Pre-Criterios Económico 2026: Entre la resiliencia mexicana y los nubarrones globales

🚨 La SHCP adelanta que el crecimiento será moderado y dependiente de la estabilidad fiscal, mientras los inversionistas y empresarios de toda Latinoamérica ponen la lupa sobre México y sus finanzas públicas.

Ciudad de México.

Los Pre-Criterios Generales de Política Económica 2026, son un adelanto del paquete económico que marcará el rumbo financiero del país en medio de un entorno internacional convulso. Para empresarios e inversionistas, lo que aquí se discuta será clave: desde los trabajadores en mezclilla hasta los líderes en traje están atentos a lo que pasará con el gasto, los impuestos y la deuda pública.

Crecimiento moderado y dependiente de la estabilidad

Hacienda proyecta un PIB con crecimiento real de entre 1.5% y 2.5% en 2026, ligeramente por debajo de lo previsto en el paquete económico 2025, reflejando un entorno más complejo en comercio global y cautela en la inversión privada. La inflación cerraría en 3%, en línea con la meta del Banco de México, mientras la tasa de interés de referencia bajaría hacia 7%, apoyando una mayor liquidez y crédito.

El tipo de cambio, después de episodios de volatilidad ligados a la política comercial de Estados Unidos, se estabilizaría en 19.70  pesos por dólar en 2026, con un promedio anual de 19.90.

Finanzas públicas: disciplina con recortes

El gobierno prevé un déficit presupuestario de 2.7% del PIB y un superávit primario de 0.5%, lo que permitiría mantener la deuda pública en torno al 52.3% del PIB, un nivel estable respecto a economías comparables.

Sin embargo, se anticipa un ajuste: los ingresos presupuestarios serían 64 mil millones de pesos menores a lo aprobado en 2025, principalmente por la caída de ingresos petroleros, estimados en 131 mil millones menos, ante un precio de referencia de la mezcla mexicana de 55.3 dólares por barril.

Motores internos: consumo, inversión y programas sociales

El documento enfatiza que el consumo privado y la inversión doméstica seguirán siendo los principales motores del crecimiento. El dinamismo del empleo, los incrementos salariales y la inclusión financiera sostendrán la demanda interna.

Por su parte, los Programas para el Bienestar continuarán actuando como colchón social y estímulo al consumo, mientras que la inversión pública y privada se canalizará a infraestructura, manufactura avanzada, energías limpias y tecnología.

Riesgos: del comercio con EE.UU. al clima extremo

Los riesgos que podrían alterar las proyecciones son claros:

  • Incertidumbre sobre la política comercial de Estados Unidos y el futuro del T-MEC.
  • Tensiones geopolíticas en Europa del Este y Medio Oriente que impacten precios de energía.
  • Eventos climáticos extremos que afecten agricultura, manufacturas y turismo.
  • Endurecimiento de las condiciones financieras globales, que encarecería el crédito y la inversión.

En contraste, un eventual acuerdo de paz en Ucrania, estímulos en China y la aceleración de proyectos estratégicos en el sur de México podrían ser catalizadores positivos.

Señal para inversionistas

Los pre-criterios confirman que México busca enviar un mensaje de responsabilidad fiscal y estabilidad macroeconómica a inversionistas nacionales y extranjeros. La apuesta está en un equilibrio delicado: recortar el déficit sin frenar la inversión estratégica, fortalecer la recaudación sin nuevos impuestos y blindar las finanzas públicas ante un mundo cada vez más volátil.