Paro de policías pone en jaque la seguridad del Municipio

La intervención del Gobierno Estatal y Federal marca el inicio de una nueva etapa para recuperar la paz y la confianza ciudadana en Torreón.

Torreón, Coahuila

La seguridad pública en Torreón atraviesa uno de sus momentos más delicados en años recientes. Cerca de 250 policías municipales suspendieron labores este lunes, y alrededor de 60 elementos bloquearon parcialmente el Periférico Raúl López Sánchez frente a las instalaciones policiacas, en protesta contra los abusos de sus propios mandos.

Los elementos denunciaron situaciones graves: extorsiones, cobros indebidos por reparaciones de patrullas, y un clima laboral insostenible que, además de afectar su desempeño, pone en riesgo su integridad. Este paro ocurre en un contexto crítico: la percepción de inseguridad en Torreón aumentó del 32 % al 42 % en apenas un trimestre, de acuerdo con la última ENSU del INEGI.

Mientras tanto, desde Saltillo, el Consejo Estatal de Seguridad —encabezado por el gobernador Manolo Jiménez Salinas, el Fiscal General Federico Fernández y el General Alberto Ibarra Flores— tomó la decisión de intervenir de manera inmediata en Torreón. El Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la Policía Estatal asumirán las tareas de patrullaje en coordinación con el Ayuntamiento, a fin de garantizar el orden y la paz social.

«Queremos mandar un mensaje de certeza a nuestra gente de Torreón: estamos aquí para mantener la seguridad y blindar la ciudad», afirmó el gobernador Jiménez Salinas en rueda de prensa.

¿Un cambio de fondo? El alcalde respalda la intervención y promete ajustes

En respuesta a la crisis, el alcalde Román Alberto Cepeda González sostuvo una reunión urgente con el gobernador, el Fiscal General y el Secretario de Gobierno. Posteriormente, a través de sus redes sociales, anunció:

“Tomamos importantes acuerdos para implementar de manera inmediata estrategias en la Policía Municipal y el Grupo de Reacción Torreón (GRT), con lo que seguimos fortaleciendo la seguridad de Torreón».

El propio Gobierno Municipal reconoció la gravedad del tema al emitir un comunicado donde garantiza diálogo permanente con los policías inconformes y asegura que los servicios de vigilancia serán reforzados para evitar afectaciones a la ciudadanía.

Un llamado a la reconstrucción de la confianza

Aunque la situación es crítica, hay señales positivas: el respaldo del gobernador a Torreón es firme y se percibe como un mensaje de que no se permitirá que la crisis de seguridad se profundice. El alcalde Cepeda, ahora con el apoyo explícito del Gobierno Estatal y las Fuerzas Armadas, tiene la oportunidad de demostrar su liderazgo en la reconstrucción de la confianza ciudadana.

Sin embargo, el reto es enorme. No basta con cambios de mandos o discursos de unidad: se necesita una transformación profunda de la cultura interna en la corporación policiaca, controles estrictos sobre los abusos, y un nuevo enfoque estratégico que devuelva a los torreonenses la tranquilidad perdida.

En una ciudad que aspira a seguir siendo motor económico de la región, la seguridad es un activo indispensable. Cualquier debilidad en este rubro tiene un impacto directo en la inversión, la competitividad y la calidad de vida de los ciudadanos.