Alejandro Gutiérrez Gutiérrez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra) Delegación Torreón, ha subrayado la relevancia de mantener una postura firme y estratégica ante las presiones económicas y políticas que, según él, podrían intensificarse bajo la gestión del nuevo presidente de Estados Unidos.
La delegación Torreón de Canacintra, una de las más influyentes en México y el norte del país, representa un sector industrial clave en las exportaciones hacia el mercado estadounidense. Desde esta perspectiva, Gutiérrez argumentó que medidas como la imposición de aranceles del 25% a productos mexicanos tendrían un efecto contraproducente, ya que afectarían directamente al consumidor estadounidense. “Subir los precios de productos mexicanos es un autogol; el consumidor en Estados Unidos sería el más perjudicado”, señaló.
Aunque el tema de los aranceles domina las preocupaciones, el presidente de Canacintra también mencionó otros retos bilaterales, como el narcotráfico y la migración. Reconoció que México debe reforzar su estrategia en estos temas, pero enfatizó que el consumo de drogas y la demanda de mano de obra en Estados Unidos son factores que generan corresponsabilidad. “Hay un gran mercado de consumo de drogas en Estados Unidos, pero no he visto políticas efectivas allá para combatir este problema. No se trata solo de lo que México haga o deje de hacer”, expresó.
Gutiérrez destacó la fortaleza de México en la actual relación bilateral, afirmando que el país ya no es el mismo de hace seis años. “Por primera vez, tenemos una capacidad de negociación más sólida con Estados Unidos. Somos un gran consumidor de productos americanos, y cualquier golpe económico sería mutuo”, subrayó, respaldando las recientes declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum.
En cuanto a la reciente llamada entre Sheinbaum y Trump, Gutiérrez reconoció el diálogo como un paso positivo, pero sutilmente recordó que Trump parece más enfocado en proyectar éxitos inmediatos. Según el expresidente estadounidense, la conversación fue “maravillosa” y resultó en compromisos de México para reforzar la seguridad fronteriza y reducir la migración. Sin embargo, los resultados de fondo dependerán de la implementación de estas medidas en un contexto donde los intereses políticos y económicos están en juego.
Finalmente, Gutiérrez insistió en que, aunque la amenaza arancelaria es compleja, existen canales diplomáticos para resolver estas tensiones. “La guerra comercial no beneficia a nadie. El consumidor final sería el mayor perdedor, y eso lo saben ambos gobiernos. Lo importante es que se mantenga un diálogo sólido y estratégico que refleje nuestra fortaleza como país”.
