Ciudad de México.
La economía mexicana enfrenta un entorno cada vez más desafiante. A pesar de que México se mantiene como el principal proveedor de bienes importados por Estados Unidos, los datos más recientes evidencian una tendencia preocupante: nuestro país está perdiendo participación en el mercado más importante del mundo y las señales internas no acompañan. El reporte semanal de Banamex confirma que la economía mexicana está en un punto de inflexión, donde se conjugan la caída de las importaciones, un mercado laboral que se desacelera, y una confianza del consumidor que no logra consolidarse.
🔻 EE.UU. reduce importaciones… y México resiente el golpe
Durante abril, las importaciones de bienes a Estados Unidos cayeron un 16.3% respecto al mes anterior, el mayor retroceso en lo que va del año. Este desplome coincidió con la entrada en vigor de nuevos aranceles comerciales impuestos por la administración Trump. A pesar de ello, México exportó 41.9 mil millones de dólares, manteniéndose como su primer proveedor. Sin embargo, nuestra participación bajó de 15.2% a 14.1% respecto al mismo periodo de 2024.
Lo más preocupante es que, mientras otros países también perdieron participación (China, Canadá), nuevos competidores como Vietnam y Taiwán ganaron terreno. Y si bien México lidera en términos absolutos, la tendencia ya no es de crecimiento, sino de erosión.
🚫 T-MEC, en crisis: cae el uso del acuerdo comercial
Uno de los datos más alarmantes es que sólo el 7% de las exportaciones mexicanas a EE.UU. en abril ingresaron bajo el régimen TMEC, su punto más bajo desde la firma del acuerdo. El 75.8% se realizó bajo otros esquemas fiscales que evitan aranceles, lo que implica un desuso del tratado que, en teoría, debía ser la columna vertebral de nuestra integración comercial. Además, el 17.2% de nuestras exportaciones ya está pagando aranceles especiales, reflejando una pérdida de competitividad que no puede ser ignorada.
📉 Empleo: la desaceleración es evidente
En mayo, el empleo formal en México apenas creció un 0.1% anual, la cifra más baja desde la pandemia. En términos absolutos, se crearon apenas 22 mil empleos en comparación con mayo de 2024. Y si miramos el acumulado de enero a mayo, se generaron 146 mil plazas, una caída estrepitosa respecto a las 566 mil creadas en el mismo periodo de 2023.
Los sectores más dinámicos —comercio, electricidad y transporte— no bastan para sostener el mercado laboral nacional. Y en este entorno, la incertidumbre externa y el alza de aranceles hacen aún más difícil la creación de nuevos empleos en industrias clave como la manufactura o la metalurgia.
🧠 Confianza del consumidor: leve respiro con pronóstico reservado
El Índice de Confianza del Consumidor repuntó a 46.7 puntos en mayo, un avance tras seis meses de caídas. No obstante, analistas advierten que esta recuperación es frágil y podría revertirse rápidamente ante un mayor deterioro del empleo, el tipo de cambio o las relaciones comerciales con Estados Unidos.
🔧 Inflación e industria: sin fuerza
La inflación general se ubicó en 4.35% anual, y la subyacente en 4.04%. Aunque las cifras parecen controladas, siguen por encima del objetivo del Banco de México y reflejan presiones en precios agropecuarios y alimentos. Por otro lado, la producción industrial cayó -0.7% anual en abril, marcando el segundo mes consecutivo de contracción, afectada principalmente por la construcción y las manufacturas.
⚠️ ¿Y el riesgo país?
A pesar de que el Credit Default Swap (CDS) de México se mantiene en 116 puntos base —comparado favorablemente con los 168 de los mercados emergentes—, la tendencia de pérdida de participación comercial, desaceleración interna y deterioro del clima regulatorio no ayuda. Si a eso se suman decisiones políticas que inquietan al sector empresarial, como la reciente elección judicial por “acordeón legislativo”, el resultado es un país que comienza a ser observado con creciente precaución.
En el análisis:
México todavía es un jugador relevante en el comercio internacional, pero ya no es el favorito. La caída en el uso del TMEC, el freno al empleo, la fragilidad del consumo y el deterioro industrial exigen un cambio de timón. La inversión extranjera observa estos movimientos con lupa, y la señal que hoy se emite desde Palacio Nacional y las cifras económicas no es la más alentadora.
¿La oportunidad? Retomar la agenda de competitividad, simplificar el entorno fiscal y recuperar la confianza empresarial. De lo contrario, perderemos no solo participación de mercado, sino también el futuro.
México aún es el principal proveedor de bienes a EE.UU., pero su liderazgo se erosiona mes a mes.