Ciudad de México.
Durante el primer trimestre de 2025, México enfrentó un retroceso significativo en su participación dentro del mercado de importaciones de Estados Unidos, perdiendo 2.0 puntos porcentuales frente al mismo periodo del año anterior. Esta disminución, aunque esperada ante la nueva política arancelaria impuesta por la administración de Donald Trump, plantea retos importantes para los sectores industriales y exportadores del país.
El nuevo entorno arancelario: impacto inmediato
Desde marzo de este año, EE.UU. comenzó a aplicar un arancel del 25% a los productos mexicanos (y canadienses) que no cumplen con las reglas del T-MEC. Este ajuste elevó drásticamente la tasa arancelaria efectivamente pagada por México, que pasó de 0.3% a 3.8% en apenas un mes —el segundo aumento más alto entre los principales socios comerciales, solo detrás de China (que escaló de 10.9% a 25%).
Este nuevo esquema, que entró en vigor parcialmente en marzo y totalmente en abril y mayo, afectó particularmente a productos automotrices, agrícolas y eléctricos. La industria automotriz fue la más golpeada: casi dos tercios de la pérdida de participación de México en el comercio con EE.UU. provienen del rubro de equipo de transporte, incluyendo vehículos ligeros, donde México cedió terreno frente a Alemania.
La tasa arancelaria efectivamente pagada, un indicador que refleja el promedio real de aranceles cobrados sobre las importaciones, se ha vuelto un dato clave para medir la competitividad comercial. Mientras que productos con contenido originario de EE.UU. pueden exentar parte del arancel, muchos fabricantes aún no ajustan sus cadenas de valor para cumplir con los requisitos más estrictos del T-MEC, encareciendo sus operaciones de exportación.
Cambio en la composición del mercado: Europa y Asia ganan terreno
Mientras México, China y Canadá redujeron su presencia, países como Suiza e Irlanda capitalizaron la coyuntura. En conjunto, estas dos naciones explicaron 11.8 puntos porcentuales del crecimiento total de las importaciones estadounidenses, gracias al incremento en la demanda de oro físico (Suiza) y productos farmacéuticos (Irlanda). Vietnam y Taiwán también consolidaron su tendencia al alza, reforzando la diversificación asiática de EE.UU.
Importaciones anticipadas y volatilidad en mercados
El aumento de las importaciones desde países alternativos también se explica por una conducta anticipatoria de los compradores estadounidenses, quienes adelantaron compras antes de la entrada plena en vigor de los aranceles. Esto, a su vez, elevó la tasa promedio de aranceles pagados del 2.3% al 3.8% en marzo.
A nivel macroeconómico, este escenario se da en un contexto de sentimiento adverso en los mercados financieros: las principales bolsas internacionales han cerrado a la baja, con el IPC mexicano retrocediendo 0.2% y los bonos de largo plazo reflejando mayor aversión al riesgo.
Sectores con oportunidades: tecnología y maquinaria agrícola
No todo es pérdida. México logró ganancias en sectores clave como el de computadoras y equipo de cómputo (ganó 11.8 puntos porcentuales en participación de mercado), autopartes (+0.6 pp) y maquinaria para agricultura y construcción (+2.9 pp), mostrando que la innovación y la diversificación pueden mitigar impactos estructurales.
Particularmente, los productos electrónicos han demostrado ser un amortiguador estratégico. Pese a estar sujetos a aranceles, su demanda creciente les ha permitido mantener —e incluso aumentar— su participación.
Consideraciones para el empresariado nacional
Para las empresas mexicanas que exportan a Estados Unidos, estos datos confirman la urgencia de alinearse con los estándares del T-MEC, no solo para mitigar costos por aranceles, sino para aprovechar el trato preferencial aún vigente para quienes cumplen con las reglas de origen.
Asimismo, se vuelve indispensable monitorear la evolución de la demanda estadounidense, que podría alterarse aún más si persisten las presiones inflacionarias, las fricciones comerciales o un eventual ajuste en la política monetaria de la Reserva Federal.
Perdida de participación
La pérdida de participación de mercado en EE.UU. debe interpretarse como una llamada de atención. Aunque México conserva su posición como principal proveedor de bienes para el mercado estadounidense, lo hace con menor margen y bajo condiciones más estrictas. La capacidad de adaptación, la integración regional efectiva y la apuesta por sectores estratégicos serán fundamentales para mantener la relevancia en el comercio internacional en los meses por venir. El entorno global ha cambiado, y la competitividad ya no se mide solo en eficiencia productiva, sino en capacidad de adaptación normativa y geopolítica.