México frente al huracán Trump: ¿Preparados para el impacto?

Con la renuncia de Justin Trudeau en Canadá y las amenazas de Donald Trump cada vez más cercanas, México enfrenta un panorama político y económico que podría definir su futuro en el comercio internacional y en la estabilidad geopolítica.

Ciudad de México.

La salida de Justin Trudeau como primer ministro de Canadá marca un punto de inflexión en la relación trilateral del T-MEC. Con Trump listo para regresar al poder el próximo 20 de enero, las señales de inestabilidad y el rediseño de las dinámicas comerciales entre los tres países se vuelven más evidentes.

La renuncia de Trudeau no solo es atribuida a batallas internas en su partido, sino también a una creciente presión externa, en gran parte fomentada por la narrativa de Trump sobre renegociar acuerdos comerciales y su influencia en los sectores conservadores de Canadá. Este contexto deja a México en una posición crítica, especialmente si se considera que el próximo líder canadiense podría alinearse más estrechamente con los intereses estadounidenses, dejando a México aislado en futuras negociaciones.

Trump y el “Hecho en México” bajo sospecha

Desde su campaña electoral, Donald Trump ha señalado a México como un punto débil en la cadena de suministro norteamericana, argumentando que muchas piezas y productos que se exportan como «hechos en México» son, en realidad, manufacturados en China. Este discurso ha cobrado fuerza en Estados Unidos y Canadá, generando dudas sobre la lealtad comercial de México hacia sus socios del norte.

La revista The Economist recientemente publicó un artículo titulado: “¿Ahora hecho en México significa hecho en China?”, donde detalla que la inversión china en México podría ser hasta seis veces mayor a lo reportado oficialmente. De acuerdo con Rhodium Group, el inventario de inversión china en el país supera los 5 mil millones de dólares, lo que, en el contexto actual, alimenta las sospechas de una “puerta trasera” para productos chinos hacia los mercados estadounidense y canadiense.

Este enfoque refuerza la narrativa de Trump y sus aliados, quienes argumentan que México no es un socio comercial confiable y que sus prácticas están costando empleos en Estados Unidos y Canadá. Con esta percepción, las amenazas de aranceles de hasta un 25 % sobre productos mexicanos adquieren una dimensión más peligrosa, poniendo en riesgo sectores clave como el automotriz y el manufacturero.

Lecciones de Canadá: Cuidado con las señales cruzadas

La caída de Trudeau es una advertencia clara para el gobierno mexicano. Su renuncia y la de su viceprimera ministra, Chrystia Freeland, reflejan cómo las amenazas de Trump pueden desestabilizar incluso a uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos. Freeland, conocida por sus críticas hacia México y su apoyo a políticas proteccionistas, representa una visión que podría ganar terreno en Canadá: una renegociación del T-MEC que excluya a México o, al menos, que imponga condiciones más estrictas.

Para México, la lección es evidente: enviar señales cruzadas en materia de comercio y seguridad puede tener consecuencias devastadoras. Mientras el gobierno de Claudia Sheinbaum habla públicamente de sustituir importaciones chinas, en la práctica no hay un compromiso claro para fortalecer las cadenas de suministro regionales o alinear los intereses mexicanos con los de sus socios norteamericanos.

El reto de negociar con Trump

En menos de 20 días, Donald Trump asumirá nuevamente la presidencia de Estados Unidos, con un Congreso completamente alineado a su favor. Este escenario le da un poder prácticamente absoluto para imponer su agenda en el comercio trilateral, la política migratoria y la seguridad.

México enfrenta un desafío monumental: negociar desde una posición que combine pragmatismo con firmeza. Ignorar o negar las amenazas, como se ha hecho en el pasado, no es una estrategia viable. Por el contrario, es fundamental construir una narrativa que destaque los beneficios mutuos del T-MEC, al tiempo que se aborden las preocupaciones legítimas de Estados Unidos y Canadá sobre prácticas comerciales y cadenas de suministro.

La señal para Sheinbaum: Barbas a remojar

La renuncia de Trudeau y las amenazas de Trump deben ser interpretadas como una advertencia para México. Las decisiones que tome el gobierno en los próximos meses definirán no solo su relación con sus socios comerciales, sino también su posición en el escenario internacional.

Es momento de actuar con inteligencia y cautela. México tiene la oportunidad de demostrar que es un socio confiable y estratégico, pero para lograrlo, debe abordar los desafíos internos, fortalecer su infraestructura y enviar señales claras de compromiso con el comercio justo y la cooperación trilateral.

Porque, como dice el dicho, “cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar”. ¿Está México preparado para enfrentar la tormenta que se avecina?