México bajo la sombra de Trump: ¿Intervención encubierta o simple vigilancia?

México está bajo la lupa de Washington y cualquier desliz podría costarle muy caro.

Washington/México.

En un giro inquietante de la política exterior estadounidense, la administración de Donald Trump ha intensificado su presión sobre México, con un memorándum que ordena la eliminación total de los cárteles y organizaciones criminales transnacionales. Sin embargo, la respuesta de la presidenta Claudia Sheinbaum ha sido categórica: no habrá más presencia de la DEA en territorio mexicano.

Mientras México enfatiza la coordinación con Estados Unidos en materia de comercio, migración y seguridad, en el país vecino se ordena una estrategia mucho más agresiva, lo que ha encendido las alarmas sobre la posibilidad de una intervención encubierta.

El memorándum que lo cambia todo

La orden de la Fiscalía General de EE.UU. establece que los fiscales deben perseguir con todo el peso de la ley a los cárteles mexicanos, utilizando cargos como terrorismo, crimen organizado y narcotráfico. Además, el documento menciona la necesidad de agilizar el proceso legal para que estas organizaciones sean etiquetadas bajo la Ley de Designación de Narcotraficantes Extranjeros, lo que podría afectar no solo a criminales, sino también a empresas y partidos políticos con posibles vínculos ilícitos.

Entre los puntos clave del memorándum destacan:

  • Desmantelar por completo al Cártel de Sinaloa, CJNG, el Tren de Aragua y la Mara Salvatrucha (MS-13).
  • Ampliar la persecución penal con penas más severas, incluyendo la pena de muerte en casos específicos.
  • Redirigir la Unidad Marítima de Narcóticos para inspeccionar buques comerciales y frenar el tráfico de drogas y precursores químicos.
  • Fortalecer los operativos militares con fuerzas especializadas como el Grupo de Tarea Vulcan y el Grupo Alpha.

Sheinbaum rechaza mayor presencia de la DEA

En contraste, la presidenta Claudia Sheinbaum rechazó tajantemente cualquier solicitud de mayor intervención de la DEA en México, asegurando que la colaboración se mantendrá dentro de límites de respeto y soberanía.

«No se ha pedido ni se pedirá más presencia de agentes de la DEA en el país», afirmó Sheinbaum, destacando que la relación con Estados Unidos continuará bajo términos de coordinación, no de intervención.

Sin embargo, la negativa mexicana contrasta con los movimientos estratégicos de Washington. En los últimos días, buques de guerra y aeronaves estadounidenses han sobrevolado y rondado las costas mexicanas y la frontera.

Movimientos militares en el radar: ¿Intervención suave?

Entre los equipos que han sido detectados cerca del territorio mexicano se encuentran:

  • USS Nimitz: Un portaaviones de la Armada de EE.UU., que ha sido clave en operaciones militares y de combate al narcotráfico en altamar.
  • Boeing P-8 Poseidón: Un caza submarinos diseñado para ubicar embarcaciones furtivas, submarinos rusos y chinos, pero también utilizado para combatir el tráfico de drogas en el Caribe y el Pacífico.

Si bien Washington insiste en que estas operaciones son parte de ejercicios rutinarios, los tiempos y la escalada en el discurso contra los cárteles hacen dudar a analistas de seguridad sobre la verdadera intención detrás de estos movimientos.

Silencio empresarial en medio de la tormenta

Lo más llamativo de esta creciente tensión es el silencio de los empresarios mexicanos. Mientras en días pasados expresaron su respaldo al gobierno de Sheinbaum en temas comerciales, hoy guardan absoluto silencio sobre una situación que podría afectar seriamente sus negocios.

Cabe recordar que EE.UU. ha mencionado el término «organizaciones criminales transnacionales», que no solo abarca a los cárteles, sino que también podría incluir empresas y partidos políticos sospechosos de nexos ilícitos.

¿Se avecina una tormenta para algunas empresas con operaciones en México? ¿Está Trump preparando el terreno para aplicar sanciones económicas y financieras más agresivas?

México entre la espada y la pared

En este complejo escenario, México está atrapado entre dos fuegos:

  1. El riesgo de sanciones comerciales y políticas más severas por parte de Estados Unidos.
  2. La presión de los grupos criminales que operan con impunidad dentro del territorio nacional.

Si la orden ejecutiva de Trump avanza y se imponen nuevas medidas contra el crimen organizado, México podría enfrentarse a un dilema crítico: permitir una intervención estadounidense en su territorio o enfrentar el colapso de inversiones y relaciones bilaterales.

Por ahora, la “pausa” de los aranceles sigue vigente, pero el panorama es cada vez más incierto. México está bajo la lupa de Washington y cualquier desliz podría costarle muy caro.