México, atrapado entre la desaceleración económica y la espiral de deuda

CEPAL recorta proyecciones para 2025

Ciudad de México.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) lanzó una advertencia clara: el panorama económico regional se debilita, y México no es la excepción. En su informe de abril 2025, el organismo de Naciones Unidas revisó a la baja sus previsiones de crecimiento para América Latina, destacando un frágil 1.0% de crecimiento estimado para México y América Central, siete décimas menos que lo proyectado en diciembre de 2024​.

La CEPAL alerta sobre un contexto global de alta incertidumbre, tensiones geoeconómicas y efectos arancelarios crecientes, especialmente con Estados Unidos, factores que están erosionando el dinamismo económico de la región. Esta desaceleración se combina con un entorno doméstico mexicano cargado de deuda, presiones fiscales, debilitamiento institucional y señales preocupantes sobre la calidad democrática.

Crisis estructural: crecimiento lento y deuda en ascenso

El caso mexicano es especialmente alarmante. Mientras la economía avanza a paso lento, el endeudamiento público crece con fuerza. Según cifras oficiales, la deuda del sector público pasó de 10.5 billones de pesos en 2018 a 17.5 billones al final del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, y se proyecta que alcanzará los 20 billones de pesos para el cierre de 2026, de acuerdo con los precriterios de Hacienda.

Esto equivale a doce veces el Fobaproa, como advirtió el coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Rubén Moreira, quien subrayó que cada mexicano pasó de deber 84 mil pesos en 2018 a 149 mil pesos en 2025. La situación es aún más crítica en el caso de Pemex, cuya deuda se ha elevado a más de 2 billones de pesos, afectando gravemente a proveedores, empleos y cadenas productivas.

“El gobierno federal no tiene dinero, está en crisis”, sostuvo Moreira, al tiempo que criticó la política arancelaria de Estados Unidos como un factor que acelera la etapa recesiva.

Un entorno internacional adverso y sin margen de maniobra

La CEPAL detalla que el comercio internacional se ve afectado por las decisiones arancelarias de EE.UU., que no solo impactan directamente las exportaciones mexicanas, sino que también generan volatilidad financiera, inestabilidad cambiaria y un enfriamiento del consumo interno y la inversión. La situación se agrava por la revisión a la baja del crecimiento global:

  • EE.UU.: de 2.7% a 1.8%
  • Zona Euro: de 1% a 0.8%
  • China: de 4.6% a 4.0%​

Este contexto amenaza con ampliar los desequilibrios en la balanza de pagos, generar mayor presión sobre las reservas internacionales y forzar ajustes fiscales en países con estructuras económicas frágiles, como México.

¿Reformas democráticas o debilitamiento institucional?

A este deterioro económico se suma un entorno político que genera desconfianza entre inversionistas y observadores internacionales. La propuesta de elección popular de jueces y magistrados, impulsada por la actual administración, ha sido duramente cuestionada por su semejanza con modelos de países como Venezuela y Bolivia, señalados precisamente por su baja calidad democrática y su inestabilidad jurídica.

La situación se torna aún más preocupante tras las declaraciones del presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, quien reconoció públicamente que “se han colado” candidatos judiciales con presuntos vínculos con el crimen organizado, lo cual pone en entredicho la integridad del proceso y la independencia del Poder Judicial mexicano.

El desafío estructural: sin crecimiento, sin certidumbre

Los organismos multilaterales como la CEPAL y el FMI coinciden: México está atrapado en una senda de bajo crecimiento, con alta deuda, menor inversión, y una demanda interna debilitada. La CEPAL urge a los gobiernos de la región a rediseñar sus políticas productivas, invertir mejor y adoptar nuevas tecnologías, pero México parece ir en dirección opuesta: más deuda, menos confianza y creciente desinstitucionalización.

Mientras el discurso oficial se enfoca en la “austeridad republicana” y la “soberanía”, los datos duros muestran otra realidad: menos empleos, mayor deuda per cápita y un futuro económico cada vez más incierto.

Señales de alarma para los tomadores de decisiones

Para empresarios, líderes de opinión e inversionistas, el mensaje es claro: el riesgo país de México está aumentando, no solo por factores económicos, sino por la creciente inestabilidad institucional. La incertidumbre que reflejan los informes de la CEPAL y otros organismos internacionales debe tomarse con seriedad.