México ante una desaceleración silenciosa: alertas sobre reforma laboral, manufactura y tensiones con EE.UU.

📉 Mientras el consumo interno muestra signos de estabilización, el sector manufacturero lanza señales contradictorias. La reforma laboral genera alertas sobre su impacto en el crecimiento económico, y en el frente externo, el endurecimiento comercial de EE.UU. vuelve a ensombrecer las expectativas.

Ciudad de México.

México transita un escenario económico complejo donde los indicadores comienzan a evidenciar tensiones estructurales: la implementación de una nueva reforma laboral podría frenar el crecimiento del PIB; el sector manufacturero muestra señales mixtas —más producción, pero menos horas trabajadas—; el consumo privado da indicios de estabilización, y en el plano internacional, la administración Trump endurece su postura con nuevos aranceles mientras avanza en su recuperación económica.

Reforma laboral: un freno potencial al PIB

Uno de los elementos más delicados del panorama actual es el impacto negativo proyectado de la reforma laboral en el crecimiento económico. De acuerdo con los análisis, esta iniciativa podría restar entre 0.4 y 0.6 puntos porcentuales al PIB, debido a mayores costos operativos y menores incentivos para formalizar empleo.

Empresarios e inversionistas consultados coinciden en que, sin una implementación gradual y acompañada de incentivos a la productividad, la reforma podría encarecer la nómina, desacelerar la creación de empleos formales y afectar la competitividad, en especial en sectores intensivos en mano de obra como manufactura y agroindustria.

Los sectores más afectados serán aquellos intensivos en mano de obra, como el comercio, manufactura ligera y servicios, que ya enfrentan presiones por el alza de insumos y las tensiones del nearshoring.

Manufactura: ¿producción en alza con menor trabajo?

Los datos del mes muestran una ligera recuperación en la producción manufacturera, sin embargo, de forma paradójica, las horas trabajadas cayeron, lo que genera incertidumbre sobre la solidez del repunte.

Este fenómeno puede explicarse por:

  • Automatización de procesos y mejora en eficiencia.
  • Subcontratación parcial o estacional que no requiere horas completas.
  • Ajustes operativos ante incertidumbre fiscal y comercial.

No obstante, el mensaje para el ecosistema empresarial es claro: crecer con menos empleo podría limitar el impacto positivo del nearshoring, y da señales de que el rebote industrial aún es frágil.

Consumo privado: ¿un piso alcanzado?

Los indicadores de ventas minoristas y crédito al consumo apuntan hacia una incipiente estabilización del consumo interno, aunque aún por debajo de su tendencia prepandemia.

Factores como la inflación aún elevada, la incertidumbre laboral y las presiones cambiarias limitan una recuperación sostenida, pero las transferencias gubernamentales y la moderación de precios energéticos están conteniendo una caída mayor.

Panorama internacional: Trump endurece postura, aranceles tensan el T-MEC

En el plano externo, la recuperación económica de EE.UU. —impulsada por consumo y manufactura— se ve empañada por el endurecimiento del discurso y las políticas comerciales del presidente Donald Trump, quien ha impuesto nuevos aranceles de hasta 30% a productos mexicanos.

Este giro ha generado preocupaciones tanto en el sector privado como entre autoridades mexicanas, debido a su potencial impacto en sectores clave como automotriz, alimentos, acero y manufactura. En un contexto en el que el 80% de nuestras exportaciones van a EE.UU., el riesgo para la balanza comercial y la inversión es alto.

🧩 Para los tomadores de decisión

El entorno económico para México presenta oportunidades puntuales, pero los riesgos estructurales y externos se intensifican. La tensión entre impulsar reformas sociales y mantener la competitividad empresarial se agudiza, y el margen de maniobra se reduce frente a un panorama internacional hostil y una economía que avanza con cautela.

Los CEO’s, CFO’s y responsables de estrategia deberán prestar atención especial a tres frentes:

  • La implementación fiscal y operativa de la reforma laboral.
  • Las negociaciones comerciales con EE.UU. y la eventual revisión del T-MEC.
  • El comportamiento del consumo privado y los indicadores de productividad sectorial, especialmente en manufactura.

México transita por una delgada línea entre el impulso estructural y el freno geopolítico. Las decisiones de hoy marcarán la ruta de competitividad para los próximos años.

Con información del INEGI