Inflación se resiste a bajar y producción automotriz se desacelera: señales mixtas para la economía mexicana

📉 México enfrenta un cierre de verano con inflación al alza y con su sector automotriz —pilar del PIB manufacturero— mostrando signos de fatiga; inversionistas en México, EE.UU. y Canadá siguen atentos a un escenario de pronósticos reservados.

Ciudad de México.

La economía mexicana envía señales encontradas al arranque de septiembre. Por un lado, la inflación general se ubicó en 3.57% anual en agosto, por encima del 3.51% de julio y ligeramente arriba de lo esperado por los analistas, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Por otro, la producción automotriz retrocedió 0.78% interanual, mostrando que la demanda externa se mantiene firme, pero que el mercado interno sigue débil.

Inflación: ¿rebote o tendencia?

El índice de precios al consumidor refleja que la inflación subyacente —la que marca la tendencia de mediano plazo— llegó al 4.23% anual, impulsada por servicios (4.40%) y mercancías (4.05%). El componente no subyacente, en contraste, retrocedió 0.47% mensual gracias a menores precios agropecuarios, aunque con alzas en energéticos y tarifas reguladas.

Entre los productos que más presionaron la canasta destacan la vivienda propia, el consumo en taquerías y fondas, el chile serrano y el tomate verde, mientras que el pollo, el jitomate y el transporte aéreo mostraron bajas.

El repunte ocurre justo después de que el Banco de México recortara su tasa de interés al 7.75%, en su noveno ajuste consecutivo. Una jugada que parecía alinearse con una tendencia descendente de la inflación, pero que ahora genera dudas sobre el margen de maniobra del banco central.

Automotriz: exportar sostiene, pero el mercado interno tropieza

El sector automotor, considerado la columna vertebral de la industria manufacturera, tampoco escapó a las turbulencias. En agosto, la producción de vehículos ligeros cayó 0.78% interanual, para totalizar 349,856 unidades.

Las exportaciones lograron crecer 1.41% hasta 296,796 unidades, con Estados Unidos absorbiendo el 79% de los envíos, pese a los nuevos aranceles impulsados desde Washington. En contraste, las ventas internas bajaron 2.99%, reflejo de una demanda doméstica debilitada por el menor dinamismo del crédito y la persistente presión de precios.

De enero a agosto, la fabricación acumuló 2.66 millones de unidades, apenas un 0.52% más que en 2024, mientras que las exportaciones cayeron 1.02% en el mismo periodo. Canadá (11.1%), Alemania (2.9%) y Colombia (1.1%) completan los principales destinos de los autos mexicanos.

El dilema económico

El dato inflacionario y la debilidad manufacturera llegan en un contexto donde México depende de dos motores: el consumo interno y la integración en cadenas de valor norteamericanas. Si bien la inflación se mantiene dentro del rango objetivo de Banxico, el ligero repunte genera incertidumbre sobre la continuidad del ciclo de recortes.

Al mismo tiempo, la industria automotriz —que aporta 4% al PIB total y más del 20% al manufacturero— muestra que las tensiones comerciales con Estados Unidos y la falta de dinamismo interno siguen pesando.

La pregunta para inversionistas y empresarios es clara: ¿estamos frente a una pausa temporal o ante el inicio de un ciclo de menor crecimiento y presiones inflacionarias más persistentes?

Por ahora, México mantiene la resiliencia, pero el margen de maniobra luce cada vez más estrecho.

Con información de EFE