Múzquiz, Coahuila
Con un enfoque claro en fortalecer la competitividad del sector agropecuario, el gobernador Manolo Jiménez Salinas puso en marcha el Programa Estatal de Mejoramiento Genético desde el municipio de Múzquiz. Esta estrategia, parte de una inversión de más de 95 millones de pesos en programas rurales durante 2025, marca un paso firme en la modernización del campo coahuilense y en la defensa de los intereses de los pequeños y medianos ganaderos.
“Desde Múzquiz impulsamos el desarrollo agropecuario con la entrega de sementales bovinos. Este es solo uno de los muchos proyectos que siguen fortaleciendo al sector rural. Jalamos parejo por un Coahuila que avanza con rumbo”, destacó el mandatario estatal.
Más de 400 sementales para todo el estado
El programa contempla la entrega de más de 400 sementales con subsidio, enfocados en elevar la calidad genética del hato ganadero local, aumentar su valor comercial y preparar al estado para el eventual reinicio de exportaciones a Estados Unidos.
“Este apoyo no solo ayuda a los productores ganaderos, sino también a quienes los crían. Es una inversión en productividad y competitividad”, señaló Jiménez Salinas.
Exportación de ganado: Coahuila cumple, falta respuesta de EE. UU.
El gobernador explicó que su administración ha cumplido cabalmente con los protocolos sanitarios binacionales exigidos, incluyendo los relacionados con la campaña contra el gusano barrenador del ganado. En este contexto, hizo un llamado a las autoridades estadounidenses para permitir la reapertura de la frontera, iniciando por el puerto de Acuña y, en una segunda etapa, por Piedras Negras.
“Hemos hecho todo lo que corresponde de nuestra parte. Los ganaderos pueden estar seguros de que cuentan con todo nuestro respaldo”, enfatizó el gobernador.
Seguridad e inversión: prioridades paralelas
Durante su intervención, Jiménez Salinas recordó que la seguridad es un eje transversal de su gobierno, y detalló que se están invirtiendo 100 millones de pesos en infraestructura de seguridad, incluyendo seis nuevos cuarteles para la Policía Estatal y el Ejército Mexicano en la región.
“La seguridad no solo protege a las familias, también crea las condiciones para que lleguen nuevas inversiones, para que florezca el turismo y se generen más empleos”, afirmó.
Respaldo institucional y comunitario
En el evento estuvieron presentes representantes del Congreso local, alcaldes de la Región Carbonífera, autoridades del sector ganadero y miembros de la tribu Kickapoo, quienes reconocieron la pertinencia y efectividad del programa.
El secretario de Desarrollo Rural, Jesús María Montemayor Garza, explicó que el Programa de Mejoramiento Genético no se limita a la entrega de animales, sino que es una acción estratégica con visión de largo plazo:
“Este programa representa una respuesta técnica, pero también una decisión política sensible, que entiende los desafíos del campo y responde con acciones concretas”.
Por su parte, la alcaldesa de Múzquiz, Laura Jiménez Gutiérrez, celebró que su municipio se consolide como punto de referencia en programas agropecuarios y agradeció el respaldo del Gobierno Estatal.
“Con este tipo de apoyos, Múzquiz da un paso adelante en la calidad de sus productos agropecuarios”, expresó.
Compromiso con el desarrollo rural
Este nuevo esfuerzo estatal complementa iniciativas recientes como el programa de suplemento alimenticio, el fortalecimiento zoosanitario y el impulso al equipamiento rural. A través de estos instrumentos, el Gobierno de Coahuila busca sostener e incrementar la productividad del campo, especialmente en un contexto en el que el cierre de la frontera ha golpeado duramente a las economías rurales.
En palabras de Francisco Javier Maldonado, productor beneficiado:
“Este programa ha hecho la diferencia en la calidad de nuestro ganado y en nuestra economía. Es una herramienta que los ganaderos necesitábamos”.
Con esta estrategia, Coahuila reafirma su liderazgo en política agropecuaria estatal, manteniendo al campo como una prioridad, no solo en el discurso, sino en la acción y el presupuesto. El sector rural, lejos de ser olvidado, se perfila como uno de los motores del desarrollo económico regional