Saltillo, Coahuila.
La crisis generada por el cierre temporal de la frontera con Estados Unidos para la exportación de ganado, debido a la presencia del gusano barrenador, ha encendido las alarmas en el sector agropecuario del norte del país. En respuesta, el Gobierno de Coahuila y la Unión Ganadera Regional han exigido al Gobierno federal la adopción inmediata de medidas estratégicas, firmes y coordinadas para contener la plaga y evitar mayores afectaciones económicas.
El secretario de Desarrollo Rural de Coahuila, Jesús María Montemayor, junto al presidente de la Unión Ganadera Regional del Estado, Abel Ayala, encabezaron la postura del estado al reclamar que no basta con declaraciones políticas: es momento de actuar con técnica, responsabilidad y visión binacional.
“Coahuila y otros estados cumplimos con todos los estándares sanitarios. No podemos permitir que por omisiones ajenas a nosotros, se detenga la exportación de un ganado que está certificado y libre de plagas”, sentenció Montemayor.
Una propuesta integral desde los estados exportadores
Entre las acciones concretas que Coahuila propone para restablecer la confianza sanitaria con Estados Unidos y garantizar la continuidad del comercio internacional, destacan:
- Cierre inmediato de la frontera sur del país, para evitar que el gusano barrenador siga avanzando hacia las zonas ganaderas exportadoras.
- Restricción al movimiento de ganado desde el sur hacia el centro y norte del país, estableciendo una zona buffer que sirva de contención efectiva.
- Creación de un Comité Nacional contra el Gusano Barrenador, con participación de productores, estados y especialistas, para coordinar y supervisar acciones.
- Autonomía para los estados exportadores en materia de inspección sanitaria y control en tránsito ganadero.
- Solicitud urgente de una prórroga para exportaciones, que permita la salida del ganado ya certificado y libre de riesgos.
- Formación de una comisión de gobernadores ganaderos, para dar seguimiento técnico, impulsar acuerdos binacionales y garantizar la implementación de estrategias.
Una crisis que golpea directamente a los productores
Cada día de cierre fronterizo representa una pérdida cercana a los 25 millones de dólares, afectando principalmente a pequeños y medianos ganaderos que dependen del comercio con Estados Unidos para sostener sus actividades.
“El cierre no se debe a un problema generado en Coahuila, pero lo estamos pagando igual. Necesitamos respuestas urgentes de la Federación”, insistió Abel Ayala, líder del gremio ganadero en el estado.
Llamado a la Federación: la omisión tiene costo
La exigencia del gobierno estatal y del sector productivo es clara: no se puede permitir que la reputación sanitaria y la competitividad internacional del país se vea comprometida por falta de respuesta oportuna. Coahuila, que se ha posicionado como uno de los principales exportadores de ganado en pie, reitera su disposición a colaborar, pero exige liderazgo técnico y político desde el Gobierno federal.
“La ganadería es uno de los pilares económicos del campo coahuilense. Cada día que pasa sin soluciones, no solo se pierde dinero, se pierde confianza internacional”, concluyó Montemayor.
La relevancia de esta industria y la necesidad urgente de garantizar condiciones sanitarias confiables que permitan mantener activo el comercio internacional. La reputación sanitaria no se construye en discursos, sino en acciones claras y contundentes. La mirada ahora está puesta en la Federación: el tiempo corre, y el campo no puede esperar.