Washington, D.C.
Un proyecto de ley presentado por un grupo de congresistas republicanos en Estados Unidos propone autorizar al presidente para negociar la recompra del Canal de Panamá, una infraestructura clave para el comercio internacional que conecta el Océano Atlántico con el Pacífico y por donde transita el 3% del comercio mundial.
El proyecto, denominado «Ley de la recompra del Canal de Panamá», otorga al presidente estadounidense un plazo de 180 días tras su promulgación para informar sobre el estado de las negociaciones con Panamá. Este movimiento ocurre en un contexto de tensiones geopolíticas crecientes, especialmente entre Estados Unidos y China, el segundo mayor usuario del canal.
La postura de Trump: un tono desafiante
El presidente electo, Donald Trump, ha sido contundente en sus declaraciones, señalando que el canal es «vital para nuestro país» y acusando a China de ejercer un control indebido sobre su operación.
«Se lo entregamos a Panamá, no a China, y han abusado de ese regalo. Nunca debió haberse tomado esa decisión», afirmó Trump, dejando entrever incluso la posibilidad de un uso de fuerza militar para alcanzar su objetivo.
Un nodo estratégico en el comercio mundial
Construido por Estados Unidos a finales del siglo XIX y transferido a Panamá en 1999, el Canal de Panamá es uno de los puntos neurálgicos del comercio global. Sirve como un enlace crucial para las rutas comerciales entre Asia, América y Europa, reduciendo significativamente el tiempo y los costos de transporte marítimo.
Para Estados Unidos, recuperar el control del canal representaría un movimiento estratégico para consolidar su influencia en el comercio mundial y reforzar su posición frente a China, cuyo crecimiento económico y presencia en la región son vistos con recelo por Washington.
El impacto potencial en el comercio internacional
Si Estados Unidos lograra recomprar el canal, las implicaciones serían profundas:
- Mayor control de EE.UU. sobre las rutas comerciales: Esto podría alterar las dinámicas comerciales, otorgándole a Washington una herramienta de presión en las relaciones comerciales globales.
- Aumento de tensiones geopolíticas: China, el segundo mayor usuario del canal, podría considerar esta acción como un acto hostil, intensificando la rivalidad entre ambas potencias.
- Impacto en la economía panameña: Panamá, que depende en gran medida de los ingresos del canal, podría ver comprometida su soberanía y estabilidad económica si este proyecto avanza.
Panamá: un rechazo categórico
El gobierno panameño ha calificado la idea como una violación de su soberanía y una amenaza directa. Desde la transferencia del canal en 1999, Panamá ha considerado la infraestructura como una «conquista irreversible», y cualquier intento de negociación podría ser interpretado como un retroceso en su independencia.
América Latina y el equilibrio regional
Para los países de la región, la soberanía de Panamá sobre el canal simboliza un precedente clave de independencia frente a potencias extranjeras. El intento de EE.UU. de retomar el control podría generar rechazo en América Latina, una región históricamente sensible a las intervenciones estadounidenses.
Un cambio de paradigma en puerta
La propuesta de ley para la recompra del canal subraya las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, así como la importancia estratégica de América Latina en el tablero geopolítico global. Mientras la comunidad internacional observa con cautela, el futuro del canal podría redefinir no solo las relaciones entre las potencias, sino también el curso del comercio mundial.