Ciudad de México.
A 100 días del inicio de su administración, la presidenta Claudia Sheinbaum presentó un informe cargado de promesas y logros en el Zócalo capitalino. Sin embargo, al analizar los resultados, es evidente que su gestión ha mantenido gran parte de la agenda y estrategias heredadas de Andrés Manuel López Obrador, dejando en el aire cuestionamientos sobre la dirección de su gobierno en temas clave como energía, impuestos, empleo e inflación.
El caso de la gasolina: un incremento silencioso
Sheinbaum presumió que no se han aumentado los precios de los combustibles, pero los datos desmienten esta afirmación. En 2018, López Obrador recibió el litro de gasolina regular a un promedio de 18.49 pesos; hoy, cuesta más de 24 pesos, un aumento de casi 30%. Aunque la inflación es un factor, para un país con ocho refinerías y grandes reservas petroleras, el precio actual parece desproporcionado. Esto impacta directamente la economía familiar y pone en entredicho la narrativa de soberanía energética.
Impuestos: No suben, pero se multiplican
Es cierto que no se han incrementado las tasas de impuestos, pero el gobierno ha introducido nuevos gravámenes, como los aplicados al comercio electrónico. Estos afectan principalmente a pequeñas y medianas empresas que dependen de plataformas digitales para operar. Este enfoque contradice el discurso de apoyar a los sectores más vulnerables y fomentar la competitividad en la economía digital.
El empleo y la realidad del déficit
México necesita generar un millón de empleos anuales para cubrir la demanda laboral, pero el país enfrenta un déficit significativo. Los programas como «Jóvenes Construyendo el Futuro» son esfuerzos loables, pero insuficientes para abordar el problema estructural del empleo. La falta de oportunidades impacta la economía doméstica y retrasa el progreso hacia una verdadera prosperidad para las familias mexicanas.
Inflación y canasta básica: un golpe al bolsillo
Aunque Sheinbaum destaca la ampliación de programas sociales y la creación de nuevas tiendas de Bienestar, la inflación en alimentos sigue siendo una preocupación central. La canasta básica ha incrementado su precio proporcionalmente a la inflación, erosionando el poder adquisitivo de millones de hogares. Esto refleja un problema no resuelto: la soberanía alimentaria que tanto prometió López Obrador aún está lejos de alcanzarse.
¿Un segundo piso o la misma estructura?
La presidenta reconoció que su administración es el «Segundo Piso de la Cuarta Transformación», consolidando las bases sentadas por su predecesor. Sin embargo, la continuidad de políticas no siempre garantiza resultados efectivos. Muchas de las problemáticas actuales, como la falta de transparencia en proyectos energéticos o los desafíos en salud y educación, requieren soluciones nuevas y disruptivas que vayan más allá de la continuidad.
Relación con Estados Unidos: diálogo, pero sin subordinación
Sheinbaum asegura que México mantendrá una relación de respeto con Estados Unidos, pero «sin subordinación». Este mensaje llega en un contexto donde el presidente electo Donald Trump ha mostrado su preferencia por presionar a México en temas comerciales y de seguridad. Si bien la mandataria presume un enfoque de «Humanismo Mexicano», el desafío real será negociar acuerdos que no sacrifiquen la soberanía ni comprometan la economía nacional.
El Remate
Los primeros 100 días de Claudia Sheinbaum reflejan un gobierno en transición, con logros en infraestructura social y programas sociales, pero con retos importantes en materia económica. La continuidad de las políticas de López Obrador podría ser un arma de doble filo: mientras consolidan avances, también perpetúan errores estructurales que urgen ser corregidos.
El tiempo dirá si el «Segundo Piso» realmente eleva a México o si solo refuerza las viejas narrativas de un país que aún lucha por alcanzar su potencial.
