Con información de Bloomberg
En medio de un entorno internacional cada vez más volátil y con señales de debilidad estructural en la economía mexicana, Bank of America (BofA) emitió una alerta a sus clientes: reducir exposición al peso mexicano y apostar por el euro, ante lo que consideran una combinación de riesgos macroeconómicos, fiscales y geopolíticos que podrían minar el desempeño del peso en los próximos meses.
Según los estrategas de BofA —Ezequiel Aguirre, Christian González Rojas y Carlos Capistrán—, el peso mexicano está sobrevaluado en casi 10% respecto a sus fundamentos económicos reales, lo que lo convierte en un activo vulnerable ante cualquier cambio en las condiciones financieras globales o locales. Aunque reconocen que el peso ha sido una de las monedas más fuertes en lo que va del año (superando el 7% frente al dólar, solo detrás del real brasileño), advierten que el contexto ha cambiado y los motores que lo sostenían —como las altas tasas de interés— están perdiendo fuerza.
¿Qué dice BofA y por qué es relevante?
- Recortes en tasas de interés:
México ha iniciado un ciclo de relajación monetaria, pasando de una tasa de referencia del 11.25% a 8.50%, con expectativas de continuar los recortes hasta cerrar 2025 en torno al 7.50%. Este cambio reduce el atractivo del peso para operaciones de carry trade, una práctica común entre inversionistas que se benefician de tasas altas en monedas emergentes. - Expectativas de crecimiento estancadas:
La encuesta Citi entre 34 economistas arrojó que el PIB mexicano podría crecer apenas un 0.1% este año, con un rango que va desde -0.7% hasta +0.7%. Este estancamiento debilita la narrativa de fortaleza estructural y limita el margen para políticas fiscales o monetarias expansivas sin afectar la estabilidad financiera. - Riesgo sobre remesas:
Un nuevo proyecto legislativo republicano en EE.UU. propone un impuesto del 5% a las remesas enviadas por migrantes no ciudadanos. De concretarse, este impuesto afectaría directamente la cuenta corriente del país —México recibió más de 60 mil millones de dólares en remesas solo en 2024— y podría provocar una depreciación del peso. - Inflación y tono moderado de Banxico:
Aunque la inflación ha estado bajo control en términos generales, ha sorprendido ligeramente al alza en las últimas lecturas. A esto se suma un cambio en el tono del Banco de México, ahora más moderado (dovish), lo que sugiere una menor disposición a endurecer la política monetaria, aun en caso de nuevos choques inflacionarios.
¿Qué implica esto para los empresarios?
- Mayor volatilidad cambiaria: Con la recomendación explícita de apostar contra el peso, y un mercado más sensible a las decisiones de política monetaria, es previsible que el tipo de cambio presente fluctuaciones más agresivas en los próximos meses. Esto afectará particularmente a empresas exportadoras e importadoras, así como a aquellas con deuda en dólares.
- Posible encarecimiento del financiamiento: Si el peso se deprecia de manera sostenida y la percepción de riesgo país aumenta, el costo del financiamiento externo para empresas mexicanas podría incrementarse, lo cual dificultaría inversiones a largo plazo y proyectos de expansión.
- Deterioro de expectativas de inversión: Aunque México aún se mantiene como destino relevante para la IED, la caída en la inversión nueva y el debilitamiento de indicadores clave podrían poner en pausa decisiones estratégicas de empresas extranjeras, sobre todo si persiste la incertidumbre sobre la relación comercial con EE.UU.
- Presión sobre márgenes operativos: En sectores con alta dependencia de insumos importados, una depreciación del peso presiona directamente los costos, lo que podría reducir márgenes o trasladarse a los precios al consumidor, en un entorno ya de por sí sensible a la inflación.
¿Qué sigue?
El pronóstico de BofA es claro: el peso podría debilitarse, el crecimiento seguirá limitado y los riesgos fiscales (como el impuesto a remesas) podrían amplificarse. El tipo de cambio EUR/MXN podría alcanzar niveles de 24.0 unidades, según su análisis, lo que implica una depreciación relevante frente a su nivel actual (alrededor de 20.75).
Para los tomadores de decisiones en el sector empresarial, esto representa una señal de alerta: protegerse frente al riesgo cambiario, revisar estructuras de costos y mantener estrategias conservadoras de inversión puede ser clave en los meses por venir.
Percepción
La recomendación de BofA no solo es una apuesta de inversión, sino un reflejo de la percepción global sobre la economía mexicana. Aunque el país ha mostrado resistencia y fortalezas estructurales —como una balanza comercial sólida y una economía orientada a la exportación—, la estabilidad del peso y el entorno macroeconómico dependerán cada vez más de decisiones políticas internas, del panorama en EE.UU. y de la disciplina fiscal y monetaria local. En tiempos de turbulencia, la información oportuna y el análisis estratégico son herramientas imprescindibles para navegar con claridad.