Ciudad de México.
La reciente implementación de aranceles de hasta el 35 % en productos textiles confeccionados y 15 % en textiles crudos representa un golpe sustancial para la logística en México, con implicaciones que impactarán tanto a las empresas como a los consumidores finales. La medida, que busca proteger la industria nacional, está generando un incremento significativo en los costos operativos, según estimaciones del sector.
Impactos financieros: un panorama desafiante
Con este decreto, el costo de importación de productos textiles podría aumentar en 1,500 millones de dólares anuales, afectando un comercio de más de 10,000 millones de dólares en textiles que México recibe del extranjero. Este impacto se extenderá a toda la cadena logística, generando sobrecostos en transporte, almacenamiento y procesos aduaneros.
José Ambe, CEO de LDM, subrayó la magnitud del reto:
«Las empresas enfrentan un entorno donde los costos operativos aumentarán significativamente. Adaptar procesos, rediseñar rutas y optimizar cadenas de suministro será esencial para mitigar el impacto financiero.»
Los principales retos logísticos
- Incremento en costos de transporte:
Las tarifas relacionadas con el cruce de mercancías podrían subir entre un 5 % y 10 %, lo que se traduce en un sobrecosto de 500 millones de dólares anuales. Esto responde a trámites adicionales y mayores tiempos de espera en las aduanas. - Complejidad aduanera:
Las empresas deberán enfrentar procedimientos más rigurosos, lo que generará costos adicionales cercanos a 100 millones de dólares anuales por la necesidad de contratar personal especializado y externalizar procesos. - Almacenamiento y distribución:
La demanda de espacios para almacenamiento podría incrementarse en un 20 %, con un costo estimado de 150 millones de dólares anuales, mientras que los tiempos de entrega más largos podrían añadir un sobrecosto de 200 millones de dólares. - Planificación de inventarios:
Las empresas tendrán que ajustar sus estrategias, lo que implicará costos adicionales en inventarios y almacenamiento, estimados en 50 millones de dólares anuales.
Estrategias de resiliencia: innovación como clave
David Lati, CRO de LDM, señaló que la solución reside en la innovación:
«En este entorno, incorporar tecnología como la automatización en almacenes y el análisis predictivo para planificar inventarios es indispensable para garantizar la sostenibilidad de las operaciones.»
¿Qué significa esto para México?
Este aumento en costos logísticos llega en un momento crítico, con la amenaza del presidente electo Donald Trump de imponer un arancel del 25 % a las importaciones mexicanas, lo que podría desincentivar aún más las inversiones extranjeras en el país. La combinación de factores internos, como cambios estructurales en leyes y políticas, y presiones externas, como aranceles y la designación de cárteles como terroristas, dibuja un panorama incierto para la economía mexicana en 2025.
En este contexto, México debe buscar estrategias para fortalecer su competitividad logística y mantener su posición en la cadena global de suministros. Esto incluye mayores inversiones en infraestructura y tecnología, así como alianzas con sectores clave para reducir la dependencia de mercados vulnerables.
La industria enfrenta un año desafiante, y el éxito dependerá de la capacidad de adaptación e innovación frente a las complejidades del entorno.
