Washington
A partir de esta semana, los aranceles al acero y aluminio mexicanos exportados a Estados Unidos han pasado del 25 % al 50 %, una decisión anunciada por el presidente Donald Trump desde una planta de U.S. Steel en Pensilvania y que marca una nueva escalada proteccionista con impacto global, pero particularmente dolorosa para México.
La presidenta Claudia Sheinbaum calificó este miércoles la medida como una acción “injusta e insostenible”, alegando que “no tiene sustento legal” bajo el marco del T-MEC. Paradójicamente, analistas han recordado que si hablamos de “legalidad”, también habría que revisar la controvertida elección judicial promovida por su gobierno, que operó sin participación representativa. Pero esa es otra historia…
Sheinbaum anunció que el viernes el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, se reunirá en Washington con su homólogo estadounidense, Howard Lutnick, en busca de una salida negociada que alivie la carga fiscal sobre las empresas mexicanas del acero y el aluminio, quienes hasta ahora están cargando solas con los costos del castigo arancelario.
“Nuestra responsabilidad es defender el empleo y la industria nacional. Este nuevo arancel del 50 % representa una afectación muy grande”, señaló la mandataria en conferencia.
🏗️ La “clave”: proteger la industria americana
Desde la perspectiva estadounidense, el objetivo es claro. El secretario Lutnick lo expresó sin rodeos durante una audiencia en el Senado:
“La clave de nuestra política arancelaria es proteger la industria estadounidense. Usaremos todas las herramientas disponibles para lograrlo”.
Pero la Casa Blanca no se detiene ahí. También está evaluando imponer aranceles a piezas de aeronaves fabricadas fuera del país, lo que podría afectar aún más la cadena global de suministro, especialmente a países como Canadá, Japón, Corea del Sur y México, que abastecen con componentes a Boeing y otras firmas del sector aeroespacial.
Este impulso de Trump para reindustrializar Estados Unidos bajo una lógica de autosuficiencia productiva ha generado respaldo entre ciertos sectores manufactureros, pero alarma entre economistas e inversionistas. ¿El motivo? La desaceleración económica ya es evidente.
📉 Una economía que no despega (y con Powell bajo fuego)
Según el Libro Beige de la Reserva Federal, la actividad económica de EE.UU. muestra un comportamiento “ligeramente pesimista e incierto”, con regiones que reportan caídas leves en el consumo y la inversión.
Mientras tanto, Trump ha reactivado su enfrentamiento personal con Jerome Powell, presidente de la Fed, exigiendo una bajada urgente de tasas de interés tras el peor dato de empleo privado desde marzo de 2023: solo 37,000 puestos creados en mayo, frente a los 110,000 esperados.
“¡Powell tiene que bajar la tasa ya! ¡Europa la ha bajado nueve veces!”, bramó Trump en Truth Social.
Powell, por su parte, respondió con diplomacia institucional: “Tomaremos decisiones basadas en datos económicos, no en presiones políticas”.
Esta disputa acentúa la incertidumbre para el mercado y deja a la política monetaria como rehén de un entorno populista-comercial agresivo.
🔩 México: entre el yunque de los aranceles y el martillo del desacuerdo
Para México, la situación es crítica. El 82 % de sus exportaciones de acero, aluminio y sus derivados va hacia Estados Unidos, lo que implica que una caída del 4 % en volumen, como estiman analistas, podría representar miles de millones de pesos en pérdidas.
Y aunque se esperan conversaciones diplomáticas este viernes, lo cierto es que las decisiones arancelarias de Trump han sido unilaterales, agresivas y profundamente políticas.
“Las empresas mexicanas están asumiendo solas la carga. El gobierno federal está mirando desde la barrera. El viernes, la reunión con Lutnick podría ser el último tren para evitar un colapso mayor en la cadena exportadora”, comentó un analista de la IP consultado para esta nota.
📌 Lo que está en juego
- Impacto directo a exportaciones: México podría perder hasta 4 % de sus envíos de acero y aluminio a EE.UU., su mayor comprador.
- Inflación encarecida: los precios al consumidor en EE.UU. podrían aumentar por los aranceles, afectando también a importadores mexicanos de insumos estadounidenses.
- Sector aeronáutico en riesgo: si avanzan los nuevos aranceles, podría golpearse uno de los sectores con mayor crecimiento en el Bajío y el norte del país.
- Incertidumbre inversora: La escalada proteccionista aleja inversiones globales que buscan certidumbre y reglas claras.
🎯 Estrategia Trump
La “estrategia Trump” vuelve a escena con todo su músculo: proteccionismo, presión a la Fed y amenaza constante a socios comerciales. México, otra vez, está en la línea de fuego. Y mientras el gobierno federal prepara reuniones y declaraciones, las empresas —las que realmente exportan, generan empleo y sostienen la economía— esperan medidas reales de defensa.
Porque en esta guerra comercial, la música la pone Washington… pero el que paga la orquesta, de momento, es México.