Aranceles de Trump sacuden la industria automotriz: golpe a exportaciones mexicanas y presión para relocalizar inversión

El impacto para México, un país clave en la manufactura de autos para el mercado estadounidense, podría ser significativo.

Washington, D.C.

La decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de imponer un arancel del 25 % a los automóviles importados recrudece la guerra comercial y amenaza con sacudir la estructura de la industria automotriz en América del Norte. Con esta medida, que entrará en vigor el 2 de abril, la Casa Blanca busca presionar a las empresas extranjeras para que instalen sus plantas en territorio estadounidense, consolidando su estrategia proteccionista basada en el principio de “o pagan aranceles, o dan inversión y empleos a EE.UU.”

El impacto para México, un país clave en la manufactura de autos para el mercado estadounidense, podría ser significativo. Con armadoras de gigantes como General Motors, Ford, Nissan, BMW y Volkswagen, la industria automotriz mexicana depende en gran medida de la demanda de su vecino del norte. En 2023, México exportó más de 2.5 millones de vehículos a EE.UU., lo que representa más del 75 % de su producción total. Ahora, con un arancel del 25 %, los fabricantes enfrentan una disyuntiva: absorber el costo y perder competitividad, trasladarlo al consumidor con un aumento de precios, o ceder a la presión de Trump y trasladar sus plantas al territorio estadounidense.

La manufactura automotriz en riesgo

El mensaje de Trump es claro: si los autos no se producen en EE.UU., pagarán el precio. La medida no solo afectará a México, sino también a Canadá, Alemania, Japón y Corea del Sur, grandes exportadores de vehículos. Aunque las autopartes fabricadas en México y Canadá tendrán una exención temporal, la presión sobre la industria es evidente.

El impacto también alcanzará a los consumidores estadounidenses, quienes podrían ver un aumento en los precios de los autos importados, lo que reduciría su accesibilidad y afectaría la demanda. De hecho, Trump ha propuesto que el Congreso apruebe incentivos fiscales para quienes compren vehículos fabricados en EE.UU., lo que refuerza su estrategia de atracción de inversión automotriz.

Un nuevo desafío para la relación comercial México-EE.UU.

El anuncio llega en un momento crucial para la relación comercial entre ambos países. México y EE.UU. son socios estratégicos bajo el T-MEC, un acuerdo que garantiza el libre comercio con ciertas reglas de origen. Sin embargo, las medidas unilaterales de Trump podrían generar tensiones y llevar a México a buscar alternativas para mitigar el golpe a su sector automotriz.

Por su parte, la Comisión Europea ha advertido que evaluará los aranceles y buscará soluciones negociadas para proteger sus intereses económicos. No obstante, la Casa Blanca parece firme en su postura de reducir las importaciones automotrices y priorizar la manufactura local.

El proteccionismo de Trump, que ha demostrado ser una de sus principales herramientas de presión económica, abre una nueva interrogante: ¿hasta dónde llegará la administración estadounidense en su afán de remodelar el comercio global en su favor? Para México, la respuesta puede definir el futuro de una de sus industrias más importantes.