Ciudad de México.
De acuerdo con el más reciente Indicador Oportuno de la Actividad Económica (IOAE) publicado por el INEGI, la economía mexicana habría registrado un ligero crecimiento de 0.7% anual en abril de 2025, aunque sin variación mensual, lo que refleja una economía que crece, pero sin fuerza significativa de corto plazo.
Este indicador, que proporciona estimaciones adelantadas del comportamiento del Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), es una herramienta clave para el análisis económico y para la toma de decisiones empresariales. El IOAE permite anticipar con hasta cinco semanas de antelación las tendencias macroeconómicas, facilitando la planeación estratégica para actores del sector privado.
Servicios sostienen el crecimiento, pero la industria preocupa
El detalle más relevante del reporte es que las actividades terciarias (servicios) —que incluyen comercio, turismo, transporte, educación, salud, entre otros— muestran un avance estimado de 1.5% anual en abril, lo que las mantiene como el motor principal del crecimiento económico nacional.
Por el contrario, las actividades secundarias (industria, minería, construcción y manufactura) registran una caída estimada de 0.8% anual, lo que confirma una debilidad persistente en el sector industrial mexicano. Esta contracción también se refleja en su estancamiento mensual, con una caída de -0.1% frente a marzo.
Crecimiento con estabilidad, pero sin dinamismo
El IGAE habría alcanzado un nivel de 105.0 puntos base (con base 2018=100), lo cual implica una continuidad en la recuperación post-pandemia, aunque a un ritmo claramente moderado.
A nivel mensual, la economía no mostró crecimiento frente a marzo (0.0%), y tanto las actividades secundarias como terciarias presentaron descensos marginales (-0.1% mensual en ambos casos), lo cual sugiere un freno en el dinamismo económico que había comenzado a consolidarse a finales de 2024.
¿Qué significa esto para el sector empresarial?
Para los empresarios, estos datos representan una lectura clave del entorno económico actual:
- El sector servicios sigue mostrando oportunidades: áreas como logística, comercio minorista, turismo y tecnología siguen con buen ritmo, lo que puede ser un terreno fértil para inversiones estratégicas.
- La industria manufacturera enfrenta presión: las cadenas de suministro, los costos logísticos y la incertidumbre en materia de comercio exterior (particularmente por las tensiones en el T-MEC y políticas arancelarias de EE.UU.) están afectando el rendimiento industrial.
- Estabilidad sin tracción: la economía no está en recesión ni en crecimiento acelerado, lo cual obliga a las empresas a mantener un enfoque prudente pero activo en eficiencia operativa, diversificación de mercados y digitalización.
Oportunidades y riesgos en el horizonte
El hecho de que las actividades terciarias mantengan su crecimiento sugiere que el mercado interno —particularmente el consumo— se mantiene sólido. Esto puede ser un buen momento para ampliar presencia de marca, optimizar canales de venta y adaptar la oferta de servicios a una población que, pese a la desaceleración industrial, sigue demandando productos y experiencias.
No obstante, los sectores más ligados a exportación o insumos industriales deberán prepararse para escenarios complejos. El lento repunte industrial y las restricciones logísticas globales pueden afectar la rentabilidad si no se actúa con anticipación.
Al Cierre
El Indicador Oportuno de la Actividad Económica de abril 2025 ofrece una fotografía de estabilidad con matices. El sector servicios mantiene viva la actividad económica, pero la industria necesita atención. Para los líderes empresariales, esta información representa una brújula clave para tomar decisiones bien informadas, evaluar riesgos y encontrar oportunidades de expansión o consolidación en medio de un entorno que, aunque sin sobresaltos, aún exige agilidad y visión estratégica.
Fuente: INEGI, Boletín IOAE 255/25, publicado el 19 de mayo de 2025.