Trump Redobla su Discurso Migratorio y Retoma el Plan del Muro Fronterizo

El presidente electo advierte sobre los costos económicos de la migración y reitera que México y Canadá deben asumir responsabilidades.

Miami (EE.UU.)

En una conferencia de prensa celebrada este lunes en Mar-a-Lago, Florida, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, dejó claro que retomará su agenda migratoria de mano dura tan pronto como asuma su segundo mandato en enero. Acompañado de declaraciones polémicas, Trump reiteró sus planes de construir un nuevo tramo del muro fronterizo con México, proyecto que calificó como «muy caro», con costos que ascenderán a cientos de millones de dólares, según informó la Agencia EFE.

El republicano enfatizó que los gobiernos de México y Canadá están «avisados» sobre las supuestas pérdidas económicas que la migración genera para Estados Unidos. “Perdemos mucho dinero con México y Canadá. Esto no es justo ni sostenible. He habló con sus líderes y ellos entienden perfectamente la situación”, aseguró Trump, en alusión a sus conversaciones previas con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, y el primer ministro canadiense, Justin Trudeau.

Un Muro Más Costoso y Controvertido

Durante su intervención, Trump reafirmó que continuará la construcción del muro fronterizo, una de las piedras angulares de su primer mandato. Sin embargo, se reconoce que el costo del nuevo tramo será significativamente más alto debido a las mejoras en materiales como el concreto y las barras de refuerzo. A pesar de estas medidas, insistió en que el muro es una «necesidad económica» para frenar la inmigración ilegal, la cual, según sus palabras, representa un gasto «de billones de dólares al año».

El presidente electo también repitió una narrativa controvertida, asegurando que muchos de los migrantes provienen de cárceles de países de América Latina, una afirmación ampliamente cuestionada por grupos proinmigrantes, quienes sostienen que la mayoría de los migrantes huyen de la pobreza, la violencia y la persecución en sus países de origen.

México Pagará el Muro, ¿Otra Vez?

Trump no detalló cómo financiará esta nueva fase de construcción, aunque insistió en que los gobiernos de México y Canadá deben asumir responsabilidades para detener la migración. A pesar de no mencionar explícitamente si México estará «obligado» a pagar el muro, como lo prometió durante su primera campaña presidencial, la insinuación quedó latente.

Además, reiteró su intención de imponer aranceles del 25% a los productos mexicanos y canadienses, una medida que, según él, compensaría las pérdidas económicas de Estados Unidos y forzaría a estos países a colaborar más estrechamente en materia migratoria.

Repercusiones Económicas y Geopolíticas

Las declaraciones de Trump vuelven a encender tensiones diplomáticas entre los tres países de Norteamérica, justo cuando la región enfrenta desafíos como la renegociación del T-MEC y las crecientes disputas comerciales con China. Los empresarios y líderes económicos de México y Canadá deberán considerar el impacto de posibles aranceles en sectores estratégicos como la automotriz y la agroindustria, además de las repercusiones que podría tener la retórica de mano dura en las relaciones bilaterales.

Por otro lado, el anuncio de nuevas deportaciones masivas y restricciones energéticas hacia Venezuela marcan un retorno a una política exterior más intervencionista, lo que podría generar nuevas tensiones en América Latina.

¿Qué significa para México y Canadá?

Si bien los comentarios de Trump sobre los subsidios a México y Canadá han sido ampliamente debatidos, sus amenazas podrían poner en jaque la estabilidad económica y comercial de la región. La reanudación del muro fronterizo y las deportaciones masivas no solo aumentan la presión sobre México, sino que también podrían alterar la dinámica laboral en sectores clave como la agricultura y la construcción en Estados Unidos.

Con la toma de posesión de Trump en solo unas semanas, los próximos movimientos de su administración serán cruciales para definir el futuro de las relaciones trilaterales en América del Norte. Mientras tanto, México y Canadá enfrentan la disyuntiva de mantener un equilibrio entre responder a estas provocaciones y proteger sus propios intereses económicos y sociales.