En una de sus controvertidas declaraciones, Donald Trump, próximo presidente de Estados Unidos, sugirió que México y Canadá deberían convertirse en estados estadounidenses debido a los supuestos subsidios que reciben de su país. Trump también reiteró su intención de imponer aranceles del 25% a ambas naciones si no se toman medidas drásticas para frenar la migración y combatir el tráfico de fentanilo.
“Estamos subsidiando a México con casi 300 mil millones de dólares al año. Si vamos a hacerlo, que se convertirán en un estado más”, afirmó en una entrevista con NBC News. Aunque la idea de anexar a sus vecinos parece remota y contraria al Derecho Internacional, refuerza el discurso de que México y Canadá deben someterse a las demandas estadounidenses.
La Respuesta de Sheinbaum: Moderación y Estrategia
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, respondió con cautela a estas declaraciones, eligiendo evitar un intercambio mediático que podría desgastar la relación bilateral. “Vamos a dejar este diálogo fuera de los medios”, afirmó durante su conferencia matutina, subrayando que México es un país libre y soberano.
Sheinbaum, en lugar de engancharse en una confrontación directa, parece haber adoptado una estrategia más calculada. Su enfoque ha sido destacar la importancia del T-MEC como la única herramienta para competir con éxito contra regiones como Asia y Europa. “La única manera de competir con otras regiones del mundo es mantener y fortalecer el T-MEC. Más que vernos como competencia, hay que vernos como un complemento”, señaló la mandataria.
¿Viabilidad o Estrategia Política?
La propuesta de Trump de anexar a México y Canadá no es nueva entre sus seguidores más fervientes, pero sigue siendo inviable y violatoria del Derecho Internacional. Sin embargo, estas declaraciones se alinean con su narrativa de «Hacer América grande otra vez», reforzando su base electoral con promesas de dominación económica y política.
Por otro lado, Sheinbaum ha dejado entrever que entiende las dinámicas de Trump y su estilo comunicativo. “Él tiene su manera de comunicar”, mencionado en referencia a los comentarios del magnate. Este enfoque parece estar diseñado para reducir tensiones y centrado en los temas críticos, como la renegociación del T-MEC prevista para 2026, que será crucial para definir el rumbo económico de la región.
Fortalecer el T-MEC: La Respuesta Adecuada
Ante las amenazas de aranceles y declaraciones provocadoras, México parece estar apostando a fortalecer su posición como socio clave dentro del T-MEC. Las recientes iniciativas para desarrollar infraestructura, como la nueva sede de la Agencia Nacional de Aduanas de México en Nuevo Laredo y el tramo ferroviario Saltillo-Nuevo Laredo, envían señales claras de que el país está trabajando en consolidar su competitividad económica en la región.
Además, Sheinbaum ha resaltado la interdependencia económica entre los tres países, que representan el 30% del PIB mundial. Con un comercio robusto y una región integrada, América del Norte tiene la oportunidad de posicionarse como un bloque competitivo frente a potencias como China.
El Futuro de la Relación México-Estados Unidos
Aunque las declaraciones de Trump generan incertidumbre, también representan un recordatorio de la necesidad de una estrategia sólida y de unidad regional. Responder con moderación, como lo ha hecho Sheinbaum, podría ser la clave para mantener la estabilidad y enfrentar los retos que plantea la próxima administración estadounidense.
La pregunta sigue siendo cómo evolucionará esta relación una vez que Trump asuma la presidencia en enero. Por ahora, México parece haber dado pasos en la dirección correcta al apostar por la cooperación regional y el fortalecimiento del T-MEC, pero el camino será arduo. Como bien apunta Sheinbaum, “la cooperación siempre será la mejor salida”.