México.
El Paquete Económico 2025, presentado recientemente al Congreso, refleja el compromiso del nuevo gobierno mexicano de reducir el déficit fiscal y estabilizar la deuda pública, pero también deja en el aire varias preguntas sobre la viabilidad de sus objetivos. Con expectativas optimistas de crecimiento económico y un panorama fiscal incierto, el paquete genera expectativas mixtas para empresarios, inversionistas y analistas económicos.
Lo que propone el Paquete Económico 2025
El principal objetivo es reducir el déficit público del 5,9% del PIB en 2024 al 3,9% en 2025 y estabilizar la deuda pública en el 51,4% del PIB. Para lograrlo, el gobierno plantea:
- Incremento de ingresos presupuestarios: Se proyecta un crecimiento de 3,3% en términos reales, pasando de 7,48 billones de pesos en 2024 a 8,06 billones en 2025.
- Reducción del gasto público: Se contempla una disminución de (-)3.3% en términos reales, con un gasto total de 9.30 billones de pesos.
- Recorte del déficit presupuestario: Se busca disminuir la diferencia entre ingresos y gastos de 5,0% a 3,2% del PIB.
- Enfoque en sostenibilidad: Estabilizar el Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público (SHRFSP) en 51.4% del PIB.
Los retos de un optimismo económico
Aunque la intención es clara, las proyecciones de crecimiento económico generan dudas. Hacienda estima un crecimiento del PIB entre 2,0% y 3,0% para 2025, pero organismos internacionales como el Banco Mundial (1,5%) y el FMI (1,3%) presentan estimaciones más bajas. Este diferencial sugiere que los ingresos tributarios podrían no alcanzar las metas previstas, afectando la capacidad de cumplir con los compromisos fiscales.
Además, entre 2008 y 2023, Hacienda sobreestimó el crecimiento en 12 ocasiones. Este patrón histórico eleva las preocupaciones sobre la factibilidad de alcanzar las metas de ingresos planteadas.
Impactos y riesgos
- Calificación crediticia en riesgo: Si no se logra el ajuste fiscal, la deuda pública podría superar el 51.4% del PIB, lo que aumentaría el costo financiero de la deuda y reduciría los recursos disponibles para infraestructura y programas sociales.
- Clima de inversión deteriorado: Cambios regulatorios recientes han afectado la certidumbre jurídica, lo que podría frenar la inversión privada y limitar el crecimiento económico.
- Costo financiero creciente: Una reducción en la calificación crediticia incrementaría los costos de financiamiento, afectando tanto al gobierno como a las empresas.
Alternativas para mitigar riesgos
El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) propone una serie de medidas que podrían fortalecer la posición económica del país:
- Mejorar el clima de inversión: Implementar políticas públicas que fortalezcan el Estado de derecho y generen certidumbre para los inversionistas.
- Promover asociaciones público-privadas: Especialmente en proyectos de infraestructura y energía.
- Reforma fiscal integral: Ampliar la base de contribuyentes y fortalecer la progresividad de la recaudación.
- Fomentar la productividad industrial: Impulsar la integración de las empresas mexicanas en cadenas globales de valor.
- Mantener independencia regulatoria: Cumplir con las obligaciones internacionales del T-MEC para evitar sanciones comerciales.
El Remate
El Paquete Económico 2025 busca retomar la disciplina fiscal y estabilizar la economía mexicana. Sin embargo, la viabilidad de sus supuestos dependerá de factores externos como el crecimiento económico global, la atracción de inversiones y la certificación jurídica. Para el sector empresarial, este paquete presenta tanto desafíos como oportunidades. Lograr un equilibrio entre la estabilidad fiscal y el crecimiento será clave para enfrentar las dudas y garantizar la sostenibilidad económica a largo plazo.
La próxima prueba será cómo responden los mercados financieros y los organismos internacionales, cuyo apoyo será fundamental para dar credibilidad a esta estrategia económica.