Washington
El tablero comercial global entra en un punto crítico. El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, confirmó que las negociaciones para cerrar acuerdos arancelarios con países clave —incluido México— deberán concluir antes de finales de octubre. Entre los interlocutores se encuentran potencias como China, India y Japón, todos con fuertes intereses en mantener o ampliar su acceso al mercado estadounidense.
Aunque no está claro si estas negociaciones forman parte del T-MEC o son procesos independientes, lo cierto es que el calendario coincide con los plazos de revisión de varios compromisos comerciales de la región, y la presión sobre México crece. Según Bessent, el objetivo es claro: reducir el déficit de cuenta corriente de EE. UU., que alcanzó 1.18 billones de dólares en 2024, mediante un agresivo paquete de aranceles que hoy promedian el 18.6%, el nivel más alto desde la Segunda Guerra Mundial.
Trump concede 90 días más a China… pero con condiciones
En una jugada que revela pragmatismo táctico, el presidente Donald Trump firmó una orden ejecutiva para prorrogar otros 90 días la entrada en vigor de aranceles de hasta el 245% contra China, a cambio de avances en las negociaciones. La flexibilidad, sin embargo, no es gratuita: Washington busca que Pekín cuadruplique sus compras de soja, reduzca su comercio con Rusia e incremente la exportación de minerales estratégicos a territorio estadounidense.
La tregua temporal, acordada tras reuniones en Ginebra, Londres y Estocolmo, da aire a las cadenas de suministro, pero mantiene a las empresas globales bajo la amenaza de un golpe arancelario masivo. El mensaje de Trump es claro: el tiempo corre y quien no se alinee, pagará.
México: protegido por el T-MEC… pero no del todo
Los productos cubiertos por el T-MEC continúan libres de nuevos gravámenes, lo que protege gran parte de las exportaciones mexicanas. Sin embargo, las mercancías fuera del tratado ya enfrentan aranceles del 25% —rebajados desde un 30% anterior— durante un periodo de negociación que vence en noviembre. Esto pone sobre la mesa la necesidad de revisar reglas de origen, cadenas de valor y producción local para evitar riesgos en caso de que el escudo del T-MEC no sea suficiente en el mediano plazo.
La “puerta” para evitar aranceles: invertir en EE. UU.
El patrón de las últimas semanas es inequívoco. Grandes corporaciones —desde Apple y Nvidia hasta Toyota y Johnson & Johnson— están comprometiendo miles de millones de dólares en inversiones en territorio estadounidense para asegurar exenciones arancelarias. El cálculo político y económico es evidente: fabricar en EE. UU. se convierte en el salvoconducto para mantenerse en el mayor mercado del mundo.
Europa, Corea del Sur y Japón han pactado inversiones conjuntas superiores a 2 billones de dólares, incluyendo compras masivas de gas natural licuado, petróleo y semiconductores estadounidenses. En paralelo, gigantes tecnológicos y farmacéuticos destinan sumas récord para establecer nuevas plantas y centros de desarrollo en suelo norteamericano.
Implicaciones para la economía global y el orden industrial
El enfoque de Trump está redibujando el mapa industrial: reindustrialización interna y desplazamiento progresivo de China de las cadenas de valor globales. Para América Latina, y particularmente México, la ecuación es doble:
- Oportunidad para atraer inversiones y fortalecer el nearshoring si se alinean reglas y producción a las exigencias estadounidenses.
- Riesgo de quedar fuera de un sistema comercial cada vez más condicionado por la capacidad de producir dentro o muy cerca de EE. UU.
La fecha límite de octubre marcará si este reacomodo global abre puertas a nuevos flujos de inversión para México o si, por el contrario, la presión arancelaria forzará cambios drásticos en la estrategia exportadora del país.
En palabras de un alto directivo del sector manufacturero norteamericano: “Trump no está negociando tratados, está redibujando el mapa de la producción mundial, y quien no se mueva rápido, quedará fuera del tablero”.
Con información de AP y EFE.