México ante la nueva ofensiva arancelaria de Trump: ¿Negociación o imposición?

El presidente de EE.UU. incumple acuerdos y sacude la balanza comercial

Washington/Ciudad de México.

La relación comercial entre México y Estados Unidos vuelve a enfrentar momentos críticos. Apenas hace unos días, el presidente Donald Trump había anunciado una pausa de un mes en la imposición de aranceles a productos mexicanos tras llegar a un acuerdo con la presidenta Claudia Sheinbaum. Sin embargo, este lunes, sin previo aviso ni consultas, el mandatario estadounidense firmó dos órdenes ejecutivas que imponen un 25% de aranceles a las importaciones de acero y aluminio de México, Canadá y Brasil, entre otros países.

La medida afecta de forma directa a la industria mexicana, ya que Estados Unidos es el principal destino de las exportaciones de acero del país. Solo en 2023, México envió 3.8 millones de toneladas de acero a EE.UU., una cifra que ahora quedará en riesgo debido a los nuevos gravámenes.

Un golpe para la economía mexicana

Los aranceles llegan en un momento complicado para la economía nacional. La incertidumbre generada por las constantes amenazas comerciales de Trump ya ha hecho que muchas empresas reconsideren sus inversiones en México. El fenómeno del nearshoring, que prometía atraer fábricas y cadenas de producción al país, ahora enfrenta serias dudas.

México ha dependido en gran medida de la demanda estadounidense, pero con estos aranceles, las empresas podrían decidir trasladar su producción directamente a EE.UU. para evitar los costos adicionales. En este contexto, la balanza comercial se ve amenazada, ya que si bien Trump alega un déficit comercial con México, la realidad es que Estados Unidos ha mantenido un superávit en productos terminados de acero, vendiendo más de lo que compra a México.

Carlos Slim, uno de los empresarios más influyentes del país, cuestionó duramente la medida y advirtió sobre sus consecuencias inflacionarias.

«Los aranceles no funcionan, suben la inflación, yo creo que esos aranceles no resuelven los problemas. Creo que sería interesante que reduzca el gasto en muchas cosas y, por otro lado, lo conduzca a la inversión», señaló el magnate en conferencia de prensa.

Slim, conocido por su postura pragmática en materia económica, ha enfatizado que las políticas proteccionistas de Trump podrían generar una explosión de costos en EE.UU., afectando tanto a consumidores como a empresarios.

¿México debe responder con la misma moneda?

El gobierno de Sheinbaum ha reiterado su compromiso con el diálogo y la cooperación, pero en este punto la pregunta es inevitable: ¿debe México responder con aranceles similares?

Hasta ahora, la presidenta ha insistido en mantener la «cabeza fría» y evitar una escalada en la guerra comercial. Pero, ¿se puede negociar con Trump desde la calma cuando sus acciones han demostrado ser impredecibles?

Los acuerdos con EE.UU. parecen volátiles. Apenas la semana pasada, México aceptó reforzar la frontera con 10,000 elementos de la Guardia Nacional para contener el tráfico de drogas y migrantes a cambio de que los aranceles fueran detenidos. Sin embargo, ahora queda claro que la «pausa» que ofreció Trump no significaba el fin de sus presiones comerciales.

Trump endurece su postura y lanza advertencias internacionales

Por si fuera poco, el mandatario estadounidense redobló su discurso de confrontación con nuevas amenazas, esta vez dirigidas hacia la Franja de Gaza.

«Si Hamás no reanuda el canje de rehenes antes del sábado, se va a abrir el infierno sobre la organización islamista en Gaza», afirmó Trump en la Casa Blanca tras la firma de las órdenes ejecutivas.

Las declaraciones del presidente estadounidense reflejan una política exterior cada vez más agresiva, lo que podría significar nuevos riesgos para la estabilidad geopolítica y, por ende, un impacto indirecto en los mercados financieros y en la confianza de los inversionistas.

México ante un dilema: ¿Resistir o reaccionar?

México se encuentra en un punto crítico. Mientras su gobierno apuesta por la diplomacia y la estabilidad económica, Trump no ha mostrado intenciones de ceder en su postura proteccionista.

Si no hay una respuesta clara y contundente, ¿qué impedirá que Trump siga imponiendo nuevas restricciones a los productos mexicanos?

El sector empresarial y la industria manufacturera requieren certidumbre, no un escenario donde los acuerdos se rompen de un día para otro.

La gran pregunta es: ¿cómo debe responder México? Imponer aranceles recíprocos podría enviar un mensaje de firmeza, pero al mismo tiempo escalar la tensión comercial. No hacerlo, en cambio, podría interpretarse como una señal de debilidad ante un Trump que, una vez más, ha demostrado que sus palabras tienen poco valor cuando se trata de cumplir acuerdos.

El dilema está sobre la mesa. La moneda está en el aire.