Washington
El cobre arde… y no sólo en los mercados:
Estados Unidos, bajo la batuta de Donald Trump, vuelve a sacudir la economía global. Esta vez con un nuevo arancel del 50% a las importaciones de cobre, decisión que disparó su precio a niveles históricos. En tan solo unas horas, los contratos de futuros del mineral subieron 13%, su mayor incremento diario desde 1968, cerrando en 5.69 dólares por libra.
El anuncio, hecho sin mayor detalle por Trump en una reunión de gabinete, se suma a los ya existentes gravámenes del 50% al acero y al aluminio, y confirma lo que el magnate republicano ha repetido sin rodeos: “quien quiera vender, comerciar o vivir en Estados Unidos, tendrá que pagar el precio”.
🇲🇽 México, otra vez en el punto de impacto
México fue el tercer mayor proveedor de cobre y productos derivados hacia EE.UU. en 2024, con exportaciones por 976 millones de dólares, sólo detrás de Chile y Canadá.
Ahora, esas cifras corren serio peligro. El impacto potencial de este nuevo arancel ronda los 1,000 millones de dólares anuales para la economía mexicana.
Y mientras los empresarios nacionales ajustan costos, redibujan cadenas de suministro y sortean la presión inflacionaria, la respuesta del gobierno mexicano es desconcertante y tibia.
“Necesitamos saber a qué se aplica… Vamos a entender eso primero”, declaró el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, ante la prensa al ser cuestionado por el arancel.
Una respuesta que, más que tranquilizar, alimenta la incertidumbre.
🧨 Una guerra comercial… y México sin escudo
Los viajes diplomáticos a Washington y las supuestas negociaciones para frenar los aranceles al acero, aluminio y autopartes han sido, hasta ahora, inútiles.
El gobierno de Claudia Sheinbaum asegura que “va a esperar” y manda a sus funcionarios a entender lo que ya es un hecho: los empresarios están solos en esta guerra.
En tan solo cinco meses de 2025, las exportaciones mexicanas de cobre a EE.UU. crecieron 12%, pero han caído al sexto lugar entre los mayores proveedores. Mientras tanto, países como Perú, Chile y hasta la República Democrática del Congo han capitalizado el mercado estadounidense con aumentos de hasta 2,200% en sus ventas.
💣 Más allá del cobre: la amenaza arancelaria se multiplica
Trump no se detendrá. Además del cobre, ya anunció que prepara nuevos aranceles para productos farmacéuticos (hasta 200%) y semiconductores. Y advirtió a los países BRICS que pronto tendrán un arancel general del 10%.
El objetivo: reconstruir la autosuficiencia industrial de EE.UU., aún si eso significa romper cadenas globales de valor y encarecer insumos estratégicos.
Pero esto no es solo una política comercial. Es una visión de Estado que México parece no compartir ni contrarrestar.
⚠️ Empresarios, ¿hasta cuándo podrán resistir?
Con una inflación exportada desde EE.UU., costos logísticos en ascenso, una política industrial nacional inexistente y nulo respaldo diplomático, los empresarios mexicanos enfrentan solos esta crisis.
Cada nuevo arancel es una bofetada a la competitividad. Y cada declaración vacía desde Palacio Nacional, un recordatorio de que el gobierno ha abandonado la defensa activa del aparato productivo nacional.
🔍 Claves empresariales para monitorear:
- Ajuste inmediato de precios en contratos de suministro de cobre.
- Revisión urgente de acuerdos logísticos y financieros con clientes en EE.UU.
- Análisis de riesgo para industrias como electrónica, automotriz y construcción.
- Evaluación de nuevas rutas de exportación hacia mercados fuera de EE.UU.
- Participación activa en cámaras empresariales para presionar a las autoridades.
📉 Que sigue:
México está en el epicentro de una guerra comercial que no provocó, pero cuyas consecuencias carga sin defensa.
Mientras Trump juega al proteccionismo duro, nuestros líderes optan por el silencio diplomático y el inmovilismo estratégico.
Y los empresarios, de nuevo, pagan solos el costo de un gobierno ausente.