Ciudad de México.
Primero fue BYD. Luego Del Monte. Y mañana… ¿quién más? Las señales de descomposición del ecosistema empresarial mexicano ya no son discretas ni previsibles: son alarmantes, globales y brutales. Dos gigantes internacionales —uno en tecnología automotriz y otro en alimentos— acaban de asestar dos golpes demoledores al frágil entorno económico de América del Norte… y México está pagando la factura.
La automotriz china BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos del planeta, frenó su proyecto para construir una planta en México, confirmaron este miércoles fuentes de Bloomberg. “Queremos esperar a que haya más claridad antes de tomar una decisión”, declaró Stella Li, vicepresidenta ejecutiva de la firma, en referencia a la creciente incertidumbre provocada por las políticas comerciales de Donald Trump.
⚙️ BYD se detiene, México tambalea
En 2023, BYD anunció con entusiasmo una planta de producción que generaría 150,000 autos al año y 10,000 empleos en México. Pero hoy, ante la posibilidad de que su tecnología acabe en manos estadounidenses o que la planta sea castigada con nuevos aranceles, la inversión se detuvo en seco.
Desde el gobierno mexicano, la reacción fue lamentablemente predecible: “nunca fue formal”, respondió la presidenta de la República en su conferencia matutina.
¿De verdad? ¿Así se trata a la empresa automotriz más importante del mundo? ¿Dónde están el canciller, el secretario de Economía, la Secretaría de Hacienda, la banca de desarrollo?
“Si México no cuida la inversión, la inversión no cuida a México”, señalan empresarios del país, donde BYD analizaba establecer su mega planta.
🍍 Del Monte va a la quiebra: adiós a otra leyenda
La noticia no se detiene ahí. Este mismo mes, Del Monte Foods, la emblemática compañía de frutas y verduras enlatadas con 139 años de historia, solicitó protección por bancarrota en EE.UU. Los motivos son variados, pero uno sobresale: el arancel del 50% al aluminio impuesto por Trump hace inviable su modelo de negocio basado en enlatados.
La empresa, que también produce marcas como Contadina, College Inn y Joyba, no pudo resistir el golpe combinado de cambios en las preferencias del consumidor, inflación, deuda y política comercial hostil.
Lo más preocupante es que Del Monte representa apenas el primer gran ejemplo de una tendencia: la política arancelaria de EE.UU. ya no sólo afecta a China o Europa, también está dinamitando la relación con México.
🧨 Éxodo empresarial: GM, Michelin, y más
Los casos de General Motors y Michelin, que ya trasladaron operaciones clave de México a Estados Unidos, se suman al drama. El nearshoring inverso ya es una realidad: empresas que pensaban invertir en México ahora lo evitan o se marchan. Todo mientras el gobierno mexicano:
- Aprueba leyes como la “ley espía” o de telecomunicaciones, que generan desconfianza jurídica y empresarial;
- Permite que el sistema financiero esté bajo sospecha internacional por presunto lavado de dinero;
- Y guarda silencio ante la falta de reuniones diplomáticas o comerciales con EE.UU., nuestro principal socio comercial.
Ya pasaron siete meses del año y no ha habido ni una sola reunión formal entre ambos presidentes. En un contexto global de tensiones comerciales, esta desconexión es letal.
🏚️ Un barco sin timón: ¿quién defiende a México?
La situación ya no admite matices. Las políticas públicas están alejando a los inversionistas. El sistema financiero está en la mira internacional. Y las reformas improvisadas aprobadas por el Congreso oficialista han debilitado el estado de derecho.
Todo esto ha empujado a México a un abismo de incertidumbre donde el empresario está solo, el capital huye y el gobierno observa.
📉 ¿Qué sigue?
El silencio oficial y la falta de reacción diplomática o económica están enviando una señal devastadora al mundo: México no tiene estrategia ni liderazgo para enfrentar la tormenta.
La IED cae, la deuda pública se dispara, el riesgo país se eleva y la confianza empresarial se evapora. Y ante todo esto, lo único que ofrece el gobierno es: “nunca fue formal”. El ecosistema empresarial mexicano está bajo fuego. Y mientras el mundo se reorganiza, México parece no tener plan alguno para salvarse de su propia negligencia.
¿Hasta cuándo aguantará el país antes del siguiente colapso?