📍Ciudad de México
En un momento de máxima presión económica y política, la presidenta Claudia Sheinbaum recibió al subsecretario del Departamento de Estado de EE.UU., Christopher Landau, en una reunión privada que se extendió por casi dos horas en Palacio Nacional. No hubo agenda pública ni declaraciones oficiales del visitante norteamericano, pero sí muchas lecturas entre líneas: la relación bilateral atraviesa su fase más delicada en años.
Acompañada del canciller Juan Ramón de la Fuente y del embajador estadounidense en México, Ron Johnson, la mandataria explicó que la reunión abordó “diversos aspectos de la relación bilateral”, incluyendo la posible visita del secretario de Estado Marco Rubio, así como una eventual reunión con el presidente Donald Trump durante la cumbre del G7 en Canadá, donde México acudirá como país invitado.
🔥 Bajo tensión: protestas, aranceles y acusaciones cruzadas
La visita de Landau —su primera gira internacional como subsecretario— se produce en medio de un clima ríspido entre ambos gobiernos. La secretaria de Seguridad Nacional estadounidense, Kristi Noem, acusó recientemente a la presidenta Sheinbaum de “incitar protestas violentas” en Los Ángeles, ciudad con la mayor comunidad mexicana en el extranjero. Desde Palacio Nacional, la jefa del Ejecutivo respondió con firmeza:
“Jamás en nuestra vida hemos llamado a una movilización violenta”, sentenció esta mañana.
Pero las tensiones no se limitan a lo político. La economía mexicana navega en aguas turbulentas, como lo advirtió la agencia Fitch Ratings, que ya colocó al país en la antesala de una recesión técnica, erosionado por la caída de la inversión, la salida de empresas como General Motors y Michelin, y los aranceles al acero y aluminio que Washington se niega a revisar, pese a los viajes del secretario de Economía, Marcelo Ebrard, quien —según se comenta en pasillos diplomáticos— no ha logrado ni ser recibido oficialmente por sus contrapartes estadounidenses.
🌎 Landau regresa a su “segunda casa”
Christopher Landau no es ajeno a México. Fue embajador entre 2019 y 2021 y se ganó el aprecio del público por su carisma y conocimiento de la cultura nacional. Su regreso, esta vez como número dos de la diplomacia estadounidense, forma parte de una gira que también incluye El Salvador y Guatemala, con un objetivo claro:
“Fomentar la inversión del sector privado estadounidense en la región, promover crecimiento económico y reforzar el combate a la migración irregular”, según el comunicado del Departamento de Estado.
🧭 México busca aire
La barca diplomática parece navegar sin brújula.
La visita de Landau podría haber sido un parteaguas, pero todo indica que fue una cortesía con sabor a advertencia. La ausencia de anuncios concretos y el silencio de Washington tras la reunión no es una buena señal.
En un momento donde el país pierde inversiones, acumula tensiones geopolíticas, enfrenta aranceles sin respuesta, y navega hacia la recesión, la política exterior debe ser más que un gesto simbólico. Se necesita estrategia, liderazgo y resultados.
Y mientras el panorama global se reconfigura con Donald Trump marcando la agenda, en México la pregunta persiste:
¿Quién —en serio— está al frente del timón?